Gabriele Finaldi
Otra exposición para el año 2000.
Después de la enorme muestra en el National Maritime Museum de Greenwich sobre el Tiempo, seguimos adelante con el tema de ¿cómo pasa el tiempo en los cuadros y qué es lo que ven los cuadros cuando nosotros los miramos?. Esta exposición en la National Gallery de Londres, cuyo comisario es Alexander Sturgis, quiere contestar a estas preguntas. Giovanni di Paolo en su San Juan Bautista que se retira al desierto muestra varios episodios de la vida del santo en el mismo espacio pictórico, según la tradición medieval, mientras que Rembrandt en su Festín de Baltasar sólo nos enseña un momento instantáneo, pero tanto lo que ha pasado como lo que va a pasar en el drama bíblico está presente en la obra. El movimiento es indicio seguro del tiempo que pasa; los pintores paran el tiempo para que sepamos qué está pasando: Icaro y Faetón se caen continuamente del cielo pero nunca llegan al suelo, las ruedas de las hilanderas dan vueltas rápidas pero nunca terminan su trabajo. Hogarth pinta dos cuadros de una joven pareja, titulados uno Before y el otro After, y todos sabemos que es lo que ha pasado en ese lapso de tiempo . La exposición también se fija en la influencia de las fotografías de figuras y animales en movimiento en la pintura de, por ejemplo, Degas y Severini. Otra sección de la exposición, organizada en colaboración con el Applied Vision Research Unit de la Universidad de Derby, muestra cómo miramos a las pinturas, en qué detalles nos fijamos y cómo el ojo viaja a través de la superficie de un cuadro. Una cámara de video escondida detrás de uno de los más célebres cuadros de la Galería (Los Girasoles de Van Gogh) muestra en una pantalla cómo la gente ve la obra; es efectivamente lo que, si tuviera ojos, vería el cuadro mismo.