12 artistas internacionales intervienen el edificio para mostrar una nueva manera de leer la arquitectura
Quienes visiten Tabakalera. Centro Internacional de Cultura Contemporánea a partir de hoy, y hasta el próximo 27 de septiembre, deberán hacerlo dejándose llevar por el sonido; y es que la exposición de arte sonoro que hoy se presenta invita a ver el edificio pero también, y sobre todo, a escucharlo.
TABAKALERA. CENTRO INTERNACIONAL DE CULTURA CONTEMPORÁNEA
Calle Duque de Mandas, 52
San Sebastián (España)
“Tabakalera Suena” propone un recorrido sensorial en el que han participado 12 artistas internacionales, que han sido los encargados de intervenir este emblemático edificio de la ciudad de San Sebastián reconvertido en centro de arte. Las instalaciones y obras audiovisuales dispuestas por las diferentes salas han sido creadas específicamente para la exposición o readaptadas al espacio, y proponen al visitante una nueva manera de descubrir e interactuar con la arquitectura, facilitando que cambie su percepción de los espacios según va avanzando por ellos, e incluso participando a su paso en la transformación de algunas de las piezas.
Una de las propuestas más sólidas es la música experimental del alemán Achim Wollscheid, quien profundiza en la relación entre sonido, luz y espacio arquitectónico. Sus piezas traspasan la idea de objeto físico para convertirse en una herramienta que atraviesa los límites de los espacios sociales. Las composiciones de Pe Lang, por su parte, se centran en sistemas cinéticos minimalistas combinados con dispositivos creados por él mismo, que son utilizados como fuentes sonoras. Su obra Falling Objects-one (200), que se muestra por primera vez en Tabakalera, consiste en 100.000 esferas de metal y 12 dispositivos especiales, que a modo de máquinas dispensadoras lanzan las bolas desde el techo, siendo éstas las que generan el sonido protagonista. El trabajo del británico Will Schrimshaw es un ejemplo claro de los casos en los que son los visitantes los que se convierten en generadores de sonido. Aquí presenta sus Little Helpers, que dedican especial atención a las propiedades resonantes de la materia. No debemos olvidar que más allá de los mecanismos generadores de sonido y de la importancia de la presencia de público, el propio edificio tiene también mucho que contarnos, y es precisamente en eso en lo que se basa el colectivo ºSONE (leído “osone”), quienes aprovechan las vibraciones de puertas, ventanas y paramentos para realizar un análisis acústico de la fábrica. Una de las piezas más conceptuales de la muestra es la de Juan José Aranguren, cuyas Partituras de silencios tratan de representar el silencio mediante el lenguaje visual. Junto a ellos, las propuestas con mayor peso visual de Patxi Araujo, Mikel Arce y Edwin van der Haide, o las más contemplativas de Leerraum y Marcello Liberato completan esta invitación sonoro-musical orquestada por Xavier Erkiza, artista, productor y comisario responsable de “Tabakalera Suena”.
Haz clic sobre la imagen para ver un avance en vídeo de la exposición:
Escucha aquí algunas de las piezas sonoras: – Fragmento de una pieza del colectivo Leerraum – Fragmento de una pieza de Achim Wollscheid
Achim Wollscheid
Sartu – Irten
Mikel Arce
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