Los asiduos a Art Basel Miami Beach es posible que recuerden cómo, en su edición de 2019, un enjambre de trescientos drones iluminados se alzó a las alturas para simular el vuelo de los estorninos con precisión bastante lograda. Era la primera vez que un fenómeno natural de ese tipo se recreaba con estos dispositivos, que surcaron el cielo de noche como si compusieran un ser orgánico autocontrolado; fue posible gracias a la observación minuciosa de los patrones y formas de vuelo de estos pájaros y a la creación de un algoritmo especial por parte de Studio Drift, en colaboración con Pace Gallery y BMW. La instalación llevó años de preparación, se tituló Franchise Freedom y se acompañó de una nostálgica música al piano en la playa.
El dúo Studio Drift lo forman dos artistas holandeses, Lonneke Gordijn (1980) y Ralph Nauta (1978), y el eje de sus investigaciones es tan ancho como el mundo, pero su punto de partida es casi siempre la naturaleza. Han llevado a cabo instalaciones, filmes, esculturas y objetos interactivos en los que conjugan el lirismo y la tecnología desde que se conocieron, hace un cuarto de siglo, en la Design Academy de Eindhoven; pronto se dieron cuenta de que compartían el propósito de que su lenguaje trascendiese categorías y favoreciera el desarrollo de caminos de percepción que atrapasen al espectador. También su voluntad de plantear si es posible que dicha tecnología nos acerque al medio natural, si se dan puntos de encuentro entre lo orgánico (y emocional) y lo producido, quizá industrialmente, por el ser humano. El resultado son piezas robóticamente diseñadas cuyas lecturas van mucho más allá de sus materiales, como ocurría con aquellos drones-estorninos: insectos eléctricos, flores mecánicas, estructuras que flotan o respiran…
Eso sí, ya no las realizan solos, sino junto a un equipo de cuarenta y cinco diseñadores, ingenieros, artistas y científicos, un elenco que refleja la variedad de disciplinas concernidas por su trabajo.

Tras exhibir sus creaciones en centros internacionales como el LACMA, el Rijksmuseum, el SFMOMA, el Stedelijk Museum o el Victoria & Albert, el MUSAC de León les brinda este verano su primera exposición institucional en España: “Amplitud / Pradera”, abierta hasta octubre y comisariada por el director de ese espacio, Álvaro Rodríguez Fominaya. Consta de dos instalaciones del mismo nombre que, una vez más, son fruto del empleo de recursos tecnológicos para revelar fenómenos y propiedades ocultos de la naturaleza y, en último término, las bases de nuestra conexión con ella. Desde una estética sencilla, subrayan las similitudes entre las estructuras y los procesos constructivos generados por las sociedades y aquellos alumbrados por la misma Tierra; pretenden Gordijn y Nauta que el público preste una mayor atención a los movimientos en nuestro entorno que por frecuentes pasan desapercibidos (la apertura y cierre de las flores, los desplazamientos de las aves) y cuya observación podría favorecer nuestra comunión con el paisaje y el (re)aprendizaje de la importancia de mantener ciertos ritos comunes. Creemos que la naturaleza puede enseñarnos cómo debemos vivir, mostrarnos el camino a seguir y ayudarnos a conectarnos como colectivo, afirman.
Las dos instalaciones de Studio Drift ahora en León se fechan en el pasado 2024. Amplitud se basa en su estudio de la potencia de las energías que el planeta alberga, sobre todo de la que ofrece el flujo constante de las olas del mar; también en su experiencia al contemplar estas últimas, muy susceptible de ser compartida: esa impresión de que formamos parte de un todo inmenso y potencialmente infinito. Integran esta pieza tubos de vidrio suspendidos que se balancean y reflejan la luz a su alrededor, dando lugar a una atmósfera envolvente que, como la que se genera frente a un mar vasto, suscite sosiego, asombro y lazos unitarios con la naturaleza.


En cuanto a Pradera, se trata de una escultura cinética que componen flores mecánicas que se abren y cierran conforme a una coreografía lírica que interactúa con la presencia del espectador. Es concebida de forma específica para cada lugar en el que se exhibe -también ha sido el caso del MUSAC- y se adapta a las tonalidades de la flora local; de este modo, simboliza el cambio constante y la metamorfosis propia de los procesos de crecimiento en la naturaleza.
En último término, Nauta y Gordijn quieren remar a favor de la armonía: En nuestro trabajo intentamos tender puentes entre la tecnología y la naturaleza, en lugar de verlas como opuestos. Nos preguntamos cómo la tecnología puede aprender de la naturaleza, y cómo podríamos usarla para construir un futuro en el que los humanos vivan en armonía con su entorno.



Studio Drift. “Amplitud / Pradera”
Avenida de los Reyes Leoneses, 24
León
Del 12 de julio al 19 de octubre de 2025
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