La artista presenta en la Galería Fúcares de Madrid su obra reciente más compleja y ambiciosa
“Sofía Jack”
GALERÍA FÚCARES
c/ Conde de Xiquena, 12 1 izda
28004 Madrid
Del 8 de septiembre al 22 de octubre de 2011
“Todo lo sólido se desvanece en el aire” es el título de la muestra que mañana inaugura Sofía Jack en la sala madrileña de la Galería Fúcares y del ensayo de Marshall Berman fechado en 1982 en el que la exposición se inspira para plantear la tesis de que, en sus fundamentos últimos, la cultura moderna es un mito ilustrado que se repite una y otra vez.
Para Berman, no existe nada seguro y cualquier cosa, también nuestras creencias más firmes, son mutables. Siguiendo esos postulados, Jack presenta en Fúcares dos grupos de obras en los que trata de descifrar el volumen y el peso que lo emocional y lo racional tienen en nuestras vidas mediante los procedimientos acostumbrados en su producción: reducir objetos cotidianos a fragmentos de apariencia abstracta para observar si nos vemos reflejados en ellos a pesar de que han perdido su funcionalidad.
Desde 2007, Sofía Jack ha convertido en eje de sus investigaciones el ámbito íntimo y privado del hogar y sus atribuciones simbólicas en torno a la personalidad de quien habita en él. Para la artista, nuestras viviendas son escenarios de hechos psicológicos, afectivos y emocionales; traducciones de nuestro día a día y reflejos de nuestros relatos vitales, únicos e irrepetibles en cada individuo.
En Fúcares, Jack presenta, por un lado, la serie de carboncillos sobre papel “Escenarios domésticos”, en la que capta de forma depurada y con estilo clasicista ambientes íntimos estetizados e inspirados en publicaciones especializadas en arquitectura de la primera mitad del siglo XX, época en la que el concepto de hogar familiar y confortable comenzaba a confrontarse con las propuestas racionalistas del movimiento moderno.
Veremos cuartos de estar, dormitorios y escaleras sin presencia humana que Jack elaboró a modo de haikus a la inversa, desde un lenguaje limpio y cargado de emocionalidad, y un gran dibujo, el único en el que incorporó seres humanos, en el que representó a Van Doesburg en su estudio.
Por otro lado, veremos un segundo grupo de trabajos bautizado como “Breves poemas cromofílicos”: cuatro haikus relacionados con el viaje de Alicia en el país de las maravillas (de lo interior a lo exterior) y con el cubo cromático de Albert Hicketier. El viaje arranca en blanco y termina en negro atravesando toda la gama cromática.
El color para Jack es una abstracción, una convención social y un asunto puramente emocional y relacionado con la intimidad personal, una segunda piel, un maquillaje que enmascara la personalidad, aunque del mismo modo puede pensarse que lo expresa. De la misma forma puede pensarse que los grises (el blanco y negro) del carboncillo encubren con seriedad y solemnidad racional algo mucho más incomprensible y desaforado. ¿Dónde reside la emocionalidad, en el blanco y negro, o en el color?
Sophie Jack
Sin título (Dosel con cama)
Serie Dormitorios, 2010
Sophie Jack
Sin título (Dormitorio con arcos y dosel florido)
Serie Dormitorios, 2010