Sin motivo aparente

Nedko Solakov. Fear, 2003

Arte que no tiene por qué ser construido y público que determina lo que ve, desde mañana en el Centro de Arte Dos de Mayo

Siguiendo las teorías de uno de los participantes en esta exhibición comisariada por Javier Hontoria, Lawrence Weiner, el arte puede funcionar por sí mismo sin construcciones previas, únicamente como idea cuyos significados pueda activar el público que lo contempla. Este artista estadounidense también afirmaba que el arte público no es sólo el que se presenta fuera de museos e instituciones, sino el que pertenece al público, receptor del arte que determina su sentido al disponerse ante él y moverse en el espacio expositivo.

Robert Filliou. Boîtes (detalle), 1972-1975

Las piezas que hasta septiembre se muestran en el Centro de Arte Dos de Mayo no pierden, al exhibirse en este centro, su esencia original, pero al mostrarse juntas nos ayudan a ilustrar ideas, a comprender unas y otras obras y a reflexionar sobre el concepto de exposición en el marco del arte contemporáneo.

Junto a Weiner, ha inspirado también esta muestra el legado del creador francés Robert Filliou, que propuso romper con la noción elevada y elitista de la creación actual y con la asociación romántica de artista y genio, abogando por un arte lúdico, poético, inocente e imaginativo, fácil de conectar con su espectador, cualquiera que fuera.

Lara Favaretto. Gummo II, 2008

Precisamente esta muestra busca recortar las distancias (a veces desesperadamente insalvables) entre arte contemporáneo y público general: nuestro cometido al adentrarnos en ella es recorrerla, mirar y dejarnos llevar y nuestros conocimientos y lecturas previas son bienvenidos pero no imprescindibles pues los trabajos que integran “Sin motivo aparente” ligan arte y vida, dando al público la posibilidad de que su interacción con los mismos sea más afectiva que intelectual.