Serge Poliakoff, el sueño de las formas

Serge Poliakoff. Composition abstraite, hacia 1968. Colección particular © ADAGP Paris, 2013

El Musée d´ Art Moderne de la Ville de París abre una gran retrospectiva dedicada al pintor abstracto

Bajo el título de “Le rêve des formes”, el Musée d´ Art Moderne de la Ville de París presenta, hasta el 23 de febrero, una muy exhaustiva retrospectiva dedicada al pintor Serge Poliakoff y compuesta por 150 obras fechadas entre 1946 y 1969, año de la muerte del artista. Miembro de la Escuela de París alabado por Charles Estienne, Michel Ragon y Dora Vallier, la capital francesa no le dedicaba una muestra desde 1970.

Esta antología ha sido organizada como recorrido secuencial por sus obras clave, desde sus investigaciones tempranas en los años posteriores a la I Guerra Mundial hasta su unión a la vanguardia de la pintura abstracta y su participación en diversas muestras parisinas en las que llamó la atención de Kandinsky, que destacó a finales de los sesenta la refinada modernidad de sus trabajos.

Serge Poliakoff. Espace orangé, 1948. Musée des Beaux-Arts de Liège © ADAGP Paris, 2013

Como todos los artistas que participaron de la abstracción plena, Poliakoff exploró las relaciones entre líneas y superficies, entre contenido y forma, color y luz, pero la unidad formal de su producción es sólo aparente, pues el empleo de colores concentrados y su vibrante uso de la materia pictórica sugieren una tensión contenida en constante evolución.

Serge Poliakoff. Gris bleu, 1962. Colección particular, Paris © ADAGP Paris, 2013

Además de sus gouaches más conocidos, se exponen en París diseños de tejidos, de vidrieras y de cerámicas que subrayan la relación de Poliakoff con el estilo decorativo. También se exhibe en el Musée d´Art Moderne un amplio legado documental de Poliakoff compuesto por fotografías y archivos visuales y sonoros que nos transmiten aspectos fundamentales y anécdotas de su vida, la de un joven ruso emigrado de su país tras el estallido de la Revolución que participó vivamente del clima artístico del París de entreguerras y que ya en los sesenta se convirtió en un pintor radicalmente moderno que atrajo la admiración de coleccionistas privados y estrellas como Yves Saint-Laurent, Greta Garbo, Yul Brynner o Anatol Litvak.