Sensualidad y narrativa: escultura contemporánea en la NY Carlsberg Glyptotek

El museo danés repasa el desarrollo de la escultura francesa y danesa en los siglos XIX y XX

Copenhague,

Cuando Carl Jacobsen, el magnate cervecero que puso los cimientos de la actual colección de la NY Carlsberg Glyptotek de København, en Copenhague, empezó a atesorar sus fondos, se fijó como objetivo hacerse con lo mejor de lo mejor. Su atención se dirigió en un inicio a la escultura francesa y la danesa y adquirió obras con fervor y rapidez (más tarde compraría también piezas griegas, romanas, egipcias y etruscas).

Ese primer campo de interés de Jacobsen, que constituye además el núcleo del fondo permanente del museo, es objeto ahora de una exposición que quiere invitarnos a redescubrir estas piezas desde un enfoque más íntimo y sensual. Consta de 125 trabajos, desde refinadas piezas figurativas de autores franceses asiduos al Salón hasta obras de Matisse o Robert Jacobsen pasando por ejemplos de la producción de maestros realistas daneses como Sinding, Bissen y Jerichau o del mismísimo Rodin, de quien la NY Carlsberg Glyptotek posee una de las mayores colecciones a nivel internacional.

From Block to Body. French and Danish Sculpture 1800-1950

Por tanto esta muestra, titulada “From Block to Body. French and Danish Sculpture 1800-1950” y abierta hasta el 31 de diciembre, nos permitirá comprobar hasta qué punto los siglos XIX y XX han sido etapas de fuerte agitación, en el campo artístico en general y en el de la escultura en particular, entre los partidarios de la tradición y quienes abogaban por la modernidad, entre el refinamiento y el pathos.

Prestando atención a sus narrativas fundamentales, entenderemos que la escultura decimonónica fue, a la vez que una celebración de la historia, un gigantesco intento por trasladar a la piedra estática y robusta la representación de las emociones humanas más potentes, del amor, el miedo, la muerte o la euforia, a veces evocando la ligereza de una pluma. Una batalla con el material como aliado y enemigo al mismo tiempo y también un camino de esfuerzo hacia la mayor verosimilitud posible.

La disposición de las obras no atiende a un criterio cronológico sino más bien sensorial: para aprovechar al máximo las posibilidades de la tridimensionalidad de las esculturas, el recorrido permite al espectador rodear todas ellas, apreciar sus detalles y establecer relaciones y diálogos entre unas y otras aunque décadas las separen.

Aunque “From Block to Body” sí empieza por el principio: nos da la bienvenida un pesado bloque de mármol sin tratar y rodeado de gravilla junto a la primera escultura que Jacobsen adquirió: una representación de la música de Eugène Delaplanche. Es el inicio de un paseo más intuitivo que dogmático, sin consideraciones académicas que encorseten ni apretadas filas, por el proceso creativo que comienza con el bloque y finaliza con un cuerpo esculpido en sus matices, un proceso en el que las intenciones de los artistas cambiaron mucho: desde la búsqueda de la mayor perfección posible hasta la imperfección buscada para subrayar otros aspectos más allá del detalle: luz, dinamismo, emociones que modifican físicos.

Jacobsen donó parte de las piezas de la exposición (las correspondientes al s XIX) al Gobierno danés, con la condición de que se construyese un museo donde conservarlas y exponerlas, y aunque al parecer su ubicación no le convenció del todo, la NY Carlsberg Glyptotek acabó abriendo sus puertas al público en 1906. No ha sido su único donante: entre ellos estuvo también Gauguin, cuya mujer era danesa. Él donó algunas pinturas (en este museo podemos ver también lienzos de Cézanne, Van Gogh, Pisarro, Monet, Sisley y Renoir y bronces de Edgar Degas).

La exposición puede verse en las salas más antiguas de la NY Carlsberg Glyptotek, que han sido renovadas para la ocasión. Este museo, por cierto, también estrena iluminación gracias a una donación de la New Carlsberg Foundation.

 

Comentarios