Schmidt-Rottluff y el Mar Báltico

El Brücke Museum berlinés analiza la presencia del paisaje báltico en la producción del expresionista

Schmidt-Rottluff viajó por primera vez al Mar Báltico en el verano de 1906, invitado por Emil Nolde. Sus trabajos de entonces dan testimonio, por su dinamismo y su turbulencia, de la influencia que en aquel periodo expresionista inicial ejercía Van Gogh sobre su obra. En los años posteriores, el artista se trasladaría con frecuencia al Mar del Norte para desarrollar trabajos más innovadores en la concentración de su aislamiento, piezas de colores intensos y sensuales cuyo principal motivo iconográfico fueron los bañistas y la vida tranquila de los pescadores de la zona. Con el tiempo, la atmósfera cargada de melancolía de esta serie de obras anticiparía la amenaza de las guerras mundiales.

Tras 1945, el creador alemán se refugiaría en Pomerania, donde halló un nuevo hogar en la calma que no le proporcionaba Berlín. Pintó acantilados, el mar, nubes y cielos de poderosas formas que llegaron a tocar la Abstracción.

En el Brücke Museum se mostrarán 35 pinturas y un centenar de obras sobre papel que ilustrarán al completo la evolución de la presencia del Mar Báltico en la obra de Rottluff a través de sus paisajes más pintorescos.