Fernando Sánchez Castillo. Tiempo Libre
GALERÍA JUANA DE AIZPURU
C/ Barquillo, 44 - 1º
Madrid
Del 29 de abril al 30 de mayo de 2015
Fernando Sánchez Castillo, que ha desarrollado buena parte de su trayectoria en Holanda, es uno de los artistas españoles que más a fondo ha abordado en su trabajo, desde la ironía, los símbolos en relación con el poder y la historia, planteando sus nexos con el arte.
Su producción se aproxima a la historiografía, el periodismo o a las relaciones, estrechas y ambiguas, entre el poder y la propaganda.
A partir de hoy presenta en la Galería Juana de Aizpuru “Tiempo libre”, un proyecto en el que ha querido explorar qué vías de libertad le quedan al individuo que escapen al control colectivo, político, social, y una de ellas la ha encontrado en el juego, convertido en esta obra reciente del creador madrileño en actividad transgresora capaz de conferir sentido, o posibles sentidos temporales, a la vida.
La muestra consta de tres piezas que plantean, desde puntos de vista variados y desde la referencia a un autor ausente o colectivo, si el juego es una estrategia vital y si lo teatral constituye un intento de creación de una realidad paralela.
Se trata de Souvenir, obra en la que da lugar al juego una concepción de la muerte como espacio individual de libertad; Stone Soul Army, que apela a la formalidad del juego a través de la música interpretada en un ejército tradicional como tantos ha habido, y de Made in China, en la que Sánchez Castillo convierte el juguete en una suerte de memorial clandestino al alcance de cualquiera al considerarlo monumento popular y objeto de resistencia.
Souvenir se compone de una serie de imágenes amateur compradas en e-bay por el artista que tienen en común estar protagonizadas por soldados cuyas acciones o actitudes remiten a la vida o a la muerte. Al ampliarlas multiplicando por cuatro su tamaño original, quedan monumentalizados momentos privados con los que el espectador puede llegar a identificarse.
La mayoría de los soldados que aparecen en Souvenir lo hacen riendo, aunque, en el fondo, sea la necesidad de poner imagen a la propia muerte el origen de estas fotos, originalmente de uso propio o destinadas a familiares y amigos. Así Sánchez Castillo subraya cómo “lo único que queda, quizás, como momento-espacio personal, fuera de la disciplina, es el momento heroico de la propia muerte”, llevado aquí a souvenirs que translucen diversión y que fueron tomados por los soldados en sus momentos de ocio.
Stone Soul Army, por su parte, se llevó a cabo en las bases de El Callao y Las Palmas de las Fuerzas Aéreas de Perú y se centra en la labor del compositor Abraham Padilla, ocupado de las bandas musicales de este cuerpo. Para enseñarles mecanismos sencillos de escritura musical, emplea huesos y piedras, utilizando así las que fueran armas primitivas como vía para el desarrollo artístico.
En palabras de Sánchez Castillo, mi propuesta a Abraham y a las FAP, fue la de crear composiciones y estudiar la sonoridad de las armas contemporáneas. Así cañones, misiles, helicópteros fueron explorados en sus capacidades sonoras y musicales en un intento de utilizarlos con fines sonoros y no con el triste destino para el que fueron creadas.
Por último, Made in China recuerda la matanza de Tian an Men. Se trata de una instalación formada por 5.000 pequeños Tank Man en plástico de inyección industrial que se parecen a un ejército de terracota de Xi ́an, porque estos pequeños estudiantes con sus bolsas tienen un color verde que recuerda a aquellos soldados de paz.
¿Por qué 5.000? Es el posible número aproximado de muertos en Pekín.
Los Tank Man se produjeron secretamente en China, así que los propios fabricantes no saben cuál es su origen: la empresa que los creó se ideó para no dejar huellas. Conforman una especie de memorial fácil de esconder a los ojos de la autoridad, pues pueden viajar de mano en mano sin levantar sospechas y sin llamar la atención sobre la protesta social que esconden.
Para dar rostro a la figura, Sánchez Castillo ha digitalizado los de seis estudiantes chinos en Madrid que voluntariamente han accedido a posar ante un escáner 3. En la muestra, abierta hasta el 30 de mayo, no se desvelan sus nombres.
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