Ruth Asawa, un mundo en el alambre

El MoMA conmemora su centenario

Nueva York,

En el próximo año se cumplirán cien del nacimiento en California de Ruth Asawa, escultora que trabajó a partir de líneas y materiales sencillos en piezas estrechamente conectadas con su vida y con la de sus cercanos.

Formaba parte de una familia de inmigrantes japoneses y esos orígenes determinaron su vida: en la II Guerra Mundial (1942), se vio obligada a trasladarse a uno de los campos de internamiento para nipones en Estados Unidos y allí permaneció, junto a los suyos, durante dos años. Sus circunstancias fueron inevitablemente duras, pero en ese lugar comenzaron a despertarse las inquietudes de Asawa, que observó con agudeza la naturaleza circundante y las líneas que los atrapaban, germen de las que más tarde llevaría a sus esculturas suspendidas. Además, sería instruida en aquel campo por quienes habían sido dibujantes para los estudios de Walt Disney.

Acabada la contienda, en 1946, ingresó en el Black Mountain College, la escuela artística que no dotaba a sus alumnos de títulos, sino de un sentido particular del compromiso y la comunidad: allí pudo, en un entorno natural y abierto, ahondar en sus inquietudes y en los caminos por los que podría encauzarlas, y experimentó con materiales por procedimientos austeros.

No mucho después conocería esta autora la artesanía mexicana de Tolupa, y llamaron especialmente su atención sus cestas de alambre: esa sería desde entonces la materia prima fundamental de sus creaciones; lo tejía, retorcía y anudaba dejándose inspirar por las formas que encontraba en el paisaje y por su propio deseo de liviandad.

Aquellos trabajos, que por su sucesión de líneas curvas se han llamado loop sculptures, podían proyectar sombras en la pared cuando se aplicaba luz sobre ellos; parecen entonces linternas suspendidas en el aire, pero muy a menudo también remiten a úteros: la artista fue madre de seis hijos y su experiencia vital siempre formó parte de sus procesos creativos. Nunca buscó disociarlos.

En parte ese alambre, esas referencias de cariz doméstico y aquella relación con su propia maternidad fueron las causas de que, en un principio, su producción no alcanzara el reconocimiento de la crítica. Ella no se echó atrás y decidió conjugarla con la enseñanza: ideó programas de educación en el arte para niños desfavorecidos y puso en marcha el centro que precedió, en 1982, a la escuela pública de arte de San Francisco, que hoy lleva su nombre.

Ruth Asawa: A Retrospective. MoMA, 2025. © 2025 The Museum of Modern Art, New York. Photo by Jonathan Dorado
Ruth Asawa: A Retrospective. MoMA, 2025. © 2025 The Museum of Modern Art, New York. Fotografía: Jonathan Dorado
Ruth Asawa: A Retrospective. MoMA, 2025. © 2025 The Museum of Modern Art, New York. Photo by Jonathan Dorado
Ruth Asawa: A Retrospective. MoMA, 2025. © 2025 The Museum of Modern Art, New York. Fotografía: Jonathan Dorado

La primera retrospectiva amplia de Asawa en un museo puede visitarse, hasta el próximo febrero, en el MoMA de Nueva York y conmemora, justamente, el centenario de su nacimiento: consta de esculturas de alambre, fundiciones de bronce, pinturas y un extenso conjunto de obras sobre papel fechados a lo largo de sus sesenta años de andadura. Se acompañan de numeroso material de archivo enfocado, sobre todo, a sus encargos públicos -entre ellos un monumento a los japoneses internados en la guerra, en San José-, a los lazos comunitarios de su legado (del inicio al fin de su carrera) y su defensa de la creatividad: hablamos de fotografías, documentos y algunos objetos.

La exhibición, organizada junto al San Francisco Museum of Modern Art -de donde procede, y en marzo de 2026 viajará al Guggenheim Bilbao; más tarde a la Fondation Beyeler-, ha sido comisariada por Cara Manes y Janet Bishop y atiende a un orden cronológico (flexible), en el que se intercalan secciones temáticas que diseccionan las fuentes y los métodos de la artista.

Ruth Asawa: A Retrospective. MoMA, 2025. © 2025 The Museum of Modern Art, New York. Fotografía: Jonathan Dorado
Ruth Asawa: A Retrospective. MoMA, 2025. © 2025 The Museum of Modern Art, New York. Fotografía: Jonathan Dorado
Ruth Asawa: A Retrospective. MoMA, 2025. © 2025 The Museum of Modern Art, New York. Fotografía: Jonathan Dorado
Ruth Asawa: A Retrospective. MoMA, 2025. © 2025 The Museum of Modern Art, New York. Fotografía: Jonathan Dorado

El recorrido arranca con una selección de obras de su etapa en el Black Mountain College, incluyendo exploraciones de materiales, colores y formas en dibujos, collages y grabados, para después ahondar en su actividad con alambre y papel en San Francisco, donde trabajó a favor de una comunidad social unida.

Allí articuló los motivos y formas clave de sus estructuras en bucle y amplió su repertorio de técnicas de dibujo, grabado y plegado de papel, al tiempo que aceptaba diversos encargos de diseño comercial y exponía regularmente en la Galería Peridot de Nueva York.

A principios de la década de 1960, Asawa descubrió un nuevo método para trabajar con alambre, atándolo y extendiéndolo de modo que evocase disposiciones orgánicas, de inspiración delicadamente botánica. Asimismo, continuó experimentando con esas formas naturales durante una residencia en el taller de litografía Tamarind de Los Ángeles en 1965, donde produjo un portafolio de grabados diversos, tan rigurosos como innovadores.

Una selección de composiciones de este portafolio, procedentes de la colección del MoMA, se ha incluido en la exposición, y muchas de ellas se enseñan al público por primera vez.

Laurence Cuneo. Ruth Asawa en su retrospectiva en el San Francisco Museum of Modern Art, 1973. Cortesía de David Zwirner
Laurence Cuneo. Ruth Asawa en su retrospectiva en el San Francisco Museum of Modern Art, 1973. Cortesía de David Zwirner

 

 

“Ruth Asawa. A Retrospective”

MoMA. THE MUSEUM OF MODERN ART

11 West 53 Street, Manhattan

Nueva York

Hasta el 7 de febrero de 2026

 

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