El humor pop de Roy Lichtenstein veranea en París

El Centre Pompidou acoge, tras su paso por Norteamérica y Londres, la mayor muestra dedicada al artista desde su fallecimiento en 1997

El Centre Pompidou ha abierto hoy al público la primera gran exhibición retrospectiva dedicada al aclamado Roy Lichtenstein desde la muerte de este artista hace ahora quince años. El centro exhibirá un centenar de sus mejores pinturas acompañadas de dibujos relacionados, de grabados y de una serie de esculturas que ya se mostraron en 2012 en Chicago, en la National Gallery of Art de Washington y más tarde en la Tate Modern.

No faltarán, como no podía ser de otro modo, sus pinturas pop más emblemáticas ligadas al mundo del cómic y la publicidad, pero tampoco sus versiones de trabajos de artistas modernos y series como Pinceladas, Espejos, Estudios de artista, Desnudos y Paisajes de estilo chino, para algunos lo más interesante de su producción. 

Lichtenstein, que inició su carrera en los cincuenta, coqueteó con las vivaces pinceladas del Expresionismo abstracto y con la fragmentación del Cubismo analítico en sus inicios para, ya en los sesenta, buscar la línea, dando paso a un estilo más frío, estudiado, reflejo de una mayor sofisticación en sus procesos de trabajo. En realidad, sus obras siempre oscilaron entre lo figurativo y lo abstracto y en ellas se diluyen las nociones de original y copia, entretejiéndose. Según Iria Candela, comisaria de la Tate, Lichtenstein utiliza modos mecánicos de reproducción: ni siquiera cuando pinta desnudos usa modelos, coge las figuras femeninas de tiras cómicas y las desnuda, quiere pintar pinturas que parezca que están impresas o realizadas mecánicamente aunque, en realidad, siempre se ve la mano del autor.

Roy Lichtenstein. Modular Painting with Four Panels, #4, 1969

A lo largo de su carrera, la producción de Lichtenstein fue objeto de más de 240 exposiciones individuales; la última de ellas fue organizada en 1993 por el Solomon R. Guggenheim Museum. Se considera que el norteamericano contribuyó decisivamente a la socialización del arte. El artista de Long Island monumentalizó las tiras de historietas y, con la mezcla de ironía y fascinación tan propia del por art, dotó a los héroes y heroínas de los cómics de la misma dignidad visual que Fernand Léger, a quien admiraba, había logrado transmitir con sus obreros anónimos.

En 1972, cuando Lichtenstein tenía 49 años, ya era reconocido desde hacía una década como uno de los líderes del movimiento pop a pesar de que en esas mismas fechas (desde 1962) había decidido llevar a cabo una serie de pinturas en las que incorporaba numerosas referencias a obras y autores clásicos de la historia del arte (Picasso, Mondrian, Cézanne), convirtiéndose así en un artista postmoderno, en definitiva en un clásico más. Esas citas a creadores anteriores le valieron incluso acusaciones de plagio por parte de ciertos críticos estadounidenses.

En paralelo, a mediados de los sesenta, el artista había iniciado una serie de pinturas de tendencia abstracta que reinterpretaban las formas geométricas, orgánicas y repetitivas del Art Decó y el modern style. Lichtenstein era experto en trabajar casi simultáneamente bajo la influencia de movimientos diversos: a los particulares bodegones cubistas que realizó entre 1973 y 1975 les siguieron pinturas de inspiración futurista entre 1974 y 1976 y referencias al surrealismo entre 1977 y 1979 y al expresionismo alemán hacia 1980.

 

Roy Lichtenstein. Drowning Girl (1963) y Oh Jeff I Love You Too (1964)

Según Lichtenstein, los maestros modernos fueron los primeros en incorporar el humor a su obra y él quiso seguir su estela convirtiéndolo en un elemento esencial de la suya.

Su obra estuvo presente en España hace poco. En 2005 y 2006, la muestra “Lichtenstein, en proceso”, presentada por el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca y el Museo d’Art Espanyol Contemporani de Palma, mostraba una fase intermedia del trabajo de Lichtenstein.

Roy Lichtenstein. The Ring. Engagement (1962)

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