En una carta fechada en 2003 y dirigida a Paulo Herkenhoff, Roni Horn, reciente Premio Joan Miró y protagonista el año pasado de la muestra de CaixaForum “Todo estaba durmiendo como si el universo fuera un error”, decía que sus dibujos están fuertemente determinados por el hecho de que ella hace esculturas y sobre todo por su interés por el lenguaje y sus recursos de duplicación, vinculación y conjugación en general.
Constituyen quizá la vertiente menos conocida de su trayectoria y, desde el pasado 5 de junio, la sede londinense de Hauser & Wirth muestra en sus salas de Savile Row tres series recientes de estas obras en papel: Or (2014), Hack Wit (2013 – 2014) y Remembered Words (2013). Debemos contemplarlas todas como parte fundamental del conjunto de la práctica artística de Horn, incluso como el medio que sustenta el resto de su producción.
Marcados muchos por su carácter intrincado, estos trabajos examinan temas recurrentes como la identidad, la interpretación de las palabras, los reflejos y los juegos textuales.
La serie Or se compone de trabajos que dan fe de los procedimientos de corte escultórico de Horn a la hora de dibujar. Los dibujos madre de este conjunto, que podemos llamar también placas, se cortaron inicialmente en fragmentos separados que después volvieron a reunirse como si fueran teselas de un mosaico. A través de este proceso, los trabajos originales se funden en una sola composición compleja y fluctuante. No hay en ellos lo que podríamos llamar un centro, sino incisiones e intersecciones discontinuas.
Examinándolos en profundidad, vemos formas deshechas de identidades múltiples y fluidas, se nos muestran dispersas pero están cuidadosamente construidas.
El método de creación de la serie Hack Wit es similar al de Or, pero esta vez el eje temático es el lenguaje, el juego lingüístico. Reconfigurando proverbios y giros idiomáticos, Horn genera expresiones sin aparente sentido que frustran las expectativas de comprensión del espectador. Esas expresiones quedan emparejadas o reflejadas unas en otras, pero no sólo estos juegos de palabras se entrelazan, sino también los papeles en los que aparecen inscritos. En este caso, las palabras son las imágenes de la artista, y ella las representa de forma expresionista, reinventando las reglas sintácticas, fusionando expresiones, creando trabalenguas de naturaleza poética o evocadora.
Por último, Remembered Words nos evoca llamativamente insectos. Presenta secuencias de rejilla sobre hojas gouache, cada una con una única palabra transcrita debajo. El sistema de la artista para agruparlas se basa en una similitud de significado o en su maleabilidad fonética. De algún modo sus asociaciones de palabras pueden relacionarse con la metodología experimental de la poesía de Gertrude Stein.
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