La Biblioteca Central de Cantabria acoge desde hoy la muestra “Nueva taxonomía del fetiche”, compuesta por obras recientes de Ricardo González García que proponen un acercamiento al concepto de taxonomía en su amplia acepción de “clasificación u ordenación en grupos de cosas que tienen unas características comunes”.
La exposición ha sido comisariada por Fernando Zamanillo y presenta como eje lo que González García llama “fetiches”: doce azarosas manchas de Rorschach a las que ha dado vida en acuarela y que llevan por título Protomodelos.
En la obra de González, estas piezas se han transformado en objetos escultóricos y pictóricos que dialogan con los distintos escenarios o partes en los que el artista ha dividido sus series.
Su intensidad narrativa y un lenguaje cargado de conceptos que va más allá de lo objetual caracterizan este último proyecto del cántabro, caracterizado por la clasificación de objetos simétricos en cuatro ámbitos: narrativo, metafísico, gráfico y doméstico. Todas las piezas tienen en común la dificultad de su lectura: observamos cúmulos apretados de formas, donde, en contradicción con la definición concreta de los cuerpos que allí se realiza (volúmenes y vacíos, formas bulbosas o antropomorfas, apuntes de las perspectivas, etcétera), nacen relaciones inesperadas en un vaivén oscilante en el que nada queda en su lugar de origen pero tampoco se ha perdido el estatismo. Remiten en su último sentido a la vida actual, donde, en palabras de Óscar Alonso Molina, “las porciones del mundo se separan y juntan simultáneamente con enorme velocidad, dando lugar a constelaciones nuevas y recorridos inéditos y fragmentarios que nuestro sistema nervioso debe apresurarse a reconocer”.
González ha desarrollado su producción en torno a dicotomías como figuración y abstracción, objeto y sujeto, presentación y representación, interior y exterior, o contenido y continente…
