Mario Merz en su iglú

La Pace Gallery de Londres expone por primera vez obra del italiano

Londres,

Hasta el próximo 8 de noviembre, la Pace Gallery acoge la primera retrospectiva británica en veinte años de Mario Merz, el artista que encontró en el iglú la forma primigenia del hábitat nómada humano y en la fórmula Fibonacci el eje matemático del crecimiento del universo.

La exhibición, la primera que esta sala dedica al creador povera, cuenta con obras fechadas entre los sesenta y 2003 y rinde homenaje al artista que a mediados del siglo pasado reaccionó contra las tendencias dominantes y rechazó el misticismo propugnado por algunos expresionistas abstractos en favor de un arte arraigado en la tierra, en los materiales sencillos y en la naturaleza. A lo largo del conjunto de su carrera, Merz se interesó por la transformación de los materiales al ponerlos en contacto con formas alternativas de energía, otorgando a sus obras un carácter intencionadamente orgánico.

En sus palabras, buscaba alcanzar comunión física con las piezas que diseñaba, recuperar la posesión de los materiales evitando colmarlos de aspiraciones, mantener su presencia primaria viva en él. Esa preocupación, que el comisario Harald Szeeman califica como “necesidad interior” de Merz, inspiró todos los motivos formales de los que el italiano se sirvió, desde el iglú a los neones, pasando por las secuencias Fibonacci y sus mesas.

IGLÚS, NEONES Y OBRAS EN PAPEL

La pieza central de esta exposición londinense es Spostamenti della Terra e della Luna su un Asse, una instalación fechada en 2003 compuesta por tres variaciones del último iglú que llevó a cabo. Merz comenzó a diseñar estas construcciones en 1968 empleando una gran variedad de materiales, y en los que componen esta pieza en particular vemos arcilla, metal, neón, vidrio y piedra.

Su interés por la luz y la energía encontró, sin embargo, su expresión más perdurable en la utilización de los citados tubos de neón, que introdujo en botellas y que ya añadió a iglúes en los ochenta (hay que recordar Igloo con vórtices, que se expuso por primera vez en 1989 con motivo de una retrospectiva en el Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York, pero que databa de 1981).

Al mostrarse el neón como flujo de energía o llama de luz visible a través de un objeto, cuestionaba la apariencia sólida de éste y la condición física de aquel. También utilizó Merz neones en Línea (1991), un trabajo a medio camino entre la pintura y la escultura que representa las diecinueve primeras cifras de la secuencia Fibonacci en azul sobre un lienzo dispuesto en una estructura metálica.

La muestra de la Pace Gallery ofrece además esculturas y trabajos en papel que incorporan algunos de los motivos esenciales del artista, cuya trayectoria comenzó a raíz de su detención en 1945 por participar en actividades antifascistas. Durante su encarcelamiento, Merz empezó a dibujar con regularidad formas en espiral sin levantar la pluma de la página, desafiando al statu quo político y artístico al llamar la atención sobre las imágenes y los materiales más simples.

Buscó dar cuerpo a una producción vanguardista y con sello propio: para él, tanto la tradición artística como la social habían sido ya destruidas y debían ser enterradas y reiniciadas. A esa labor se entregó.

Nacido en Milán, creció en Turín, ciudad donde estudió medicina. Expuso por primera vez sus pinturas elaboradas en materiales orgánicos en 1954 y en 1967 se unió al movimiento povera, vagamente definido entonces y bautizado por Germano Celant.

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