Tras su paso por la Bienal de Venecia, el MoMA, el Centre Pompidou, Art Basel o la Casa Batlló, recala en el Museo Guggenheim Bilbao el artista turco Refik Anadol, autor de instalaciones impactantes en las que busca fusionar procedimientos tecnológicos, conocimientos científicos e impulso creativo; plantea visualizaciones dinámicas de datos en entorno 3D, probando las posibilidades de la Inteligencia Artificial en proyectos artísticos públicos (ha colaborado para ello con empresas como Google, Microsoft, NVIDIA, NASA, Intel, IBM, Siemens o Epson y con universidades como UCLA, Harvard y Stanford).
Director del estudio que lleva su nombre en Los Ángeles y docente de Diseño de Artes y Medios en la propia UCLA, Anadol toma los datos aportados por dispositivos digitales como materia prima, y como herramienta una mente computarizada que funciona a modo de red neuronal: le interesa plasmar visualmente y de forma radical memorias y recuerdos virtualizados para ampliar los frutos posibles de la fusión entre disciplinas artísticas y proponernos reflexionar sobre el calado que hoy ya poseen los lazos entre las esferas de lo físico -lo humano- y de lo digital.
El trabajo que hasta octubre exhibe en el Guggenheim bilbaíno lleva por título Living Architecture: Gehry y estrena un nuevo programa de exposiciones en ese museo, llamado In situ, que ofrecerá propuestas de artistas actuales que se desenvuelvan fundamentalmente en los ámbitos de la escultura, las creaciones multimedia y las instalaciones ambientales; como ese título indica, serán creaciones desarrolladas específicamente para este espacio y enfocadas en la generación de atmósferas y de experiencias sin discriminar medios: performance, ciencia, música, tecnología y, desde luego, artes plásticas.


La pieza, de carácter arquitectónico e inmersivo, se basa en imágenes y material de archivo (de libre acceso) ligados a los proyectos del arquitecto del Guggenheim y los transforma en relatos visuales dinámicos que vienen a reinterpretarlos mediante formas generadas por la Inteligencia Artificial: se ha servido de esta para sintetizar esos datos procesados sobre edificaciones de Gehry y elaborar nutriéndose de ellos composiciones que no son nunca estáticas, sino que evolucionan de manera continua. Su presentación se acompaña, asimismo, con la de un paisaje sonoro ideado para esta exposición por Kerim Karaoglu: favorece el carácter sensorial y experiencial de este proyecto e incorpora materiales tomados de grabaciones de este mismo centro vasco.
Es fruto, Living Architecture: Gehry, de la labor previa de Anadol desarrollando su Large Architecture Model. LAM, un modelo propio de IA: utilizándolo ha pretendido analizar cómo pueden confluir visualmente arquitecturas diversas, pero también materiales y datos, para generar piezas nuevas a partir de lo ya existente. Podemos considerar, en cierta medida, un antecedente de este trabajo su propuesta Sueños del WDCH, en la que se cuestionaba, justamente a partir de un edificio diseñado por el canadiense, si sería posible que las construcciones pudieran aprender y soñar a su manera.
La obra se articula en seis capítulos conectados, que representan las fases de ese proceso que convierte la información en fantasía arquitectónica: Universo de datos (la compilación de fotografías de archivo, planos y documentos estructurales en una memoria); Trazado de datos (el surgimiento de patrones a medida que se procesan, en cuanto a formas texturas…); Túnel de datos (estos pasan a conformar entornos visuales inmersivos, primer símbolo para este autor de los frutos de la colaboración entre humanos y máquinas); la mencionada Large Architecture Model, generación por IA de opciones arquitectónicas alternativas transformando las formas de Gehry; Alucinación de la máquina (etapa en que esas estructuras se desprenden de convenciones espaciales para desplegar una vertiente onírica y alucinatoria); y, por último Sueños (una reinterpretación completa, constante y en tiempo real de la arquitectura vía IA).
Cree Anadol en que, frente a reticencias y frente a la habitual oposición entre creación artística (más o menos manual) e Inteligencia Artificial, es posible emplear esta última de forma ética y sin que su uso implique la suplantación del sello individual; en que es factible recurrir a la tecnología reciente para indagar en las lecturas actuales de lo que siempre estuvo allí -la arquitectura, la memoria, el deseo de expresión plástica- y amplificarlas.


“in situ: Refik Anadol”
Avenida Abandoibarra, 2
Bilbao
Del 7 de marzo al 19 de octubre de 2025
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