La Serpentine Gallery de Londres presenta una retrospectiva sobre la escultora británica
Rebecca Warren
Host(detalle), 2008
Del 10 de marzo al 19 de abril de 2009, en la Serpentine Gallery de Londres
Comisarios: Peyton-Jones, Hans Ulrich Obristy Kathryn Rattee
Masas de barro aparentemente informes y esculturas de bronce de caprichosas fisionomías conforman el grueso de la exposición que estos días se presenta en la Serpentine Gallery de Londres, sobre el trabajo de Rebecca Warren.
SERPENTINE GALLERY
Kensington Gardens
Londres
Esta artista británica, nacida en Londres en 1965, es una de las pocas mujeres que han tenido el honor de ser nominadas a los famosos Turner Prize. Centrada en la escultura, su obra parte de la tradición clásica de esta disciplina -en la que históricamente han sido los hombres quienes han despuntado- para rendir homenaje a quienes considera sus grandes maestros, como Rodin o Picasso, mientras que pone en entredicho la vigencia de su autoridad, desde una posición sutil y respetuosa. Entre sus obras encontramos piezas de apariencia irreconocible, aunque casi siempre se trata de esculturas que pueden clasificarse como figurativas; eso sí, siempre tienen aspecto de estar a medio terminar, un recurso del que la creadora se sirve para dejar volar la mente del espectador y que sea él quien finalice visualmente la obra. Sus materiales predilectos son la el bronce, el vidrio y la arcilla; especialmente esta última, que aplica siempre sin cocer, en un proceso que llama la atención por su inmediatez; ya que Warren se ve obligada a trabajar contrarreloj, antes de que el material se endurezca, superponiendo montículos de arcilla de una forma rápida y precisa que requiere mucho esfuerzo físico y cuyo resultado es casi impresionista. En cuanto a los temas, a menudo la artista presenta visiones grotescas, irónicas y llenas de humor acerca de cuestiones como el feminismo y la feminidad. Sus esculturas de mujeres -muchas veces sexualmente explícitas- emergen como antiguos totems de la fertilidad, contemporaneizados de tal modo que bien podrían ser entendidos como iconos de actuales tribus urbanas. Compuestas de forma gestual, haciendo un guiño al trabajo de artistas como Lucio Fontana o Boccioni, su estética adopta sin embargo una posición muy cercana a la del cómic, en la que la fantasía y la exageración cobran total protagonismo dando lugar a lugar a una suerte de caricaturas en las que el clasicismo de Rodin se funde con el aspecto kitsch de las piezas de Jeff Koons. La exposición, que podrá visitarse en la Serpentine hasta el próximo 19 de abril, es una de las retrospectivas más completas que hasta el momento se han presentado sobre su trabajo. Cuenta con buenos ejemplos de las esculturas elaboradas en arcilla y bronce, con una selección de sus vitrinas -en las que se exhiben objetos encontrados o atesorados por la artista a lo largo del tiempo, y que tienen un significado especial para ella-, así como un grupo de piezas nuevas, realizadas específicamente para esta presentación.
Rebecca Warren
Helmut Crumb, 1998
Rebecca Warren
We Are Dead, 2008
Rebecca Warren. Helmut Crumb, 1998. Imagen por cortesía de Maureen Paley, Londres
© 2009 Rebecca Warren
Rebecca Warren. We Are Dead, 2008. Imagen por cortesía de Maureen Paley, Londres, y Matthew Marks Gallery, Nueva York. © 2009 Rebecca Warren
Rebecca Warren. Host, 2008 (detalle). Imagen por cortesía de Maureen Paley, Londres, y Matthew Marks Gallery, Nueva York
© 2009 Rebecca Warren