Radiografía de Susan Hiller

La más completa muestra sobre la artista americana se presenta hasta mayo en la Tate Britain

Del 1 de febrero al 15 de mayo de 2011, en la Tate Britain de Londres

 

 

Comisarias: Ann Gallagher, Head of Collection (British Art), Tate y Sofia Karamani, Assistant Curator, Tate Britain

 

 

Nacida en Florida (Estados Unidos) en 1940, Susan Hiller estudió en Massachusetts y Nueva Orleans y desde 1969 reside en Londres, donde inició su trayectoria artística y donde expuso por primera vez en 1973. Es en Gran Bretaña donde ha mostrado su producción en más ocasiones, destacando las exhibiciones que le dedicaron el ICA londinense en 1986, la Tate Liverpool en 1996 y BALTIC en 2004.

 

 

La Tate Britain muestra hasta mayo una selección de sus obras clave, entre ellas pioneras instalaciones realizadas en técnicas mixtas y sus más conocidas proyecciones videográficas, en las que Hiller expresa sus sueños y recuerdos y explora el trasfondo de los fenómenos sobrenaturales. La obra de la norteamericana ha tomado muchas formas diferentes, aunque siempre deriva de un proceso similar de recopilación y catalogación de artefactos y experiencias culturales y trata de poner de relieve la subjetividad de la percepción y de la imaginación.

 

Entre los trabajos expuestos figuran Enquiries/Inquiries (1973-1975), en el que Hiller alude a las contradicciones halladas en la comparación de las enciclopedias británica y americana, o Magic Lantern (1987), en la que utilizó proyecciones convergentes de luces de colores para crear imágenes muy atrayentes a nuestros ojos y a nuestra mente. En otras ocasiones, las obras de Hiller excavan en capas ocultas de la historia de la cultura, ya sea a través de grabaciones lenguas extintas o de postales de la costa británica. En la instalación Monument (1980-1981), se invita al espectador a sentarse en el banco de un simulado parque y a escuchar una grabación de la voz de la artista mientras contempla las instantáneas de un monumento olvidado de época victoriana.

 

En esta exhibición también se abordará el interés de Hiller por todo lo subconsciente e inconsciente, temas que ha explorado desde los inicios de su carrera a través de recopilaciones de sueños y del uso de la escritura automática como reflejo de un flujo continuo de conciencia. Sus investigaciones sobre el trasfondo del pensamiento humano y de la visión las plasmó en Belshazzar’s Feast / The Writing on the Wall (1983-1984), instalación ubicada en el centro de la exposición que introduce al público en una sala de estar en el que una pantalla de televisión proyecta imágenes brillantes de un fuego ardiendo acompañándose por un fondo de sonido hipnótico y misterioso.

 

En trabajos más recientes mantiene su interés por lo visionario y sobrenatural. Psi Girls (1999) se compone de cinco pantallas que muestran films hollywoodienses protagonizados por mujeres jóvenes con poderes telequinéticos y la audio-escultura Witness (2000), en la que se cuelgan altavoces de audio que narran a los visitantes historias de encuentros extraterrestres.

 

 

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