Quien mira y quien se deja mirar

Fundación MAPFRE exhibe en Madrid los mejores retratos de la colección del Museo de Arte de Sao Paulo

Édouard Manet
La Amazona. Retrato de Marie Lefébvre,
1870-1875
MASP, Museu de Arte de Sao Paulo Assis Chateaubriand

ENGLISH VERSION BY ART IN TRANSLATION:

Del  7 de octubre al 20 de diciembre de 2009 en Fundación MAPFRE, Madrid

Comisario: José Teixeira Coelho

Obras: 33 pinturas

Organizan: Instituto de Cultura Fundación MAPFRE, Museu de Arte de Sao Paulo

Una treintena de retratos selectamente escogidos entre los que integran la colección del joven Museo de Arte de Sao Paulo componen “Mirar y ser visto”, muestra que analizará la evolución de este género entre los siglos XVI y XX, desde Tiziano a Picasso. Las obras presentes en la exposición, que podrá contemplarse en la planta 1 de la sede en Recoletos de la Fundación MAPFRE hasta diciembre, tienen en común la representación de la individualidad del modelo y su vocación de perdurabilidad en el tiempo, pero presentan amplias diferencias en cuanto a la preocupación que denotan por la captación de la identidad del personaje y en cuanto a la presencia del artista en su obra, más patente en época moderna, a medida que el retratado ha ido perdiendo vigencia como centro de la composición para convertirse en mera excusa que facilitaba al creador transmitir su concepción estética del arte, individual y subjetiva.

Dos grupos de obras articulan, conceptual y cronológicamente, “Mirar y ser visto”: los llamados retratos de solemnidad (fechados entre el siglo XVI y la primera mitad del XIX) y los retratos modernos (datados en la segunda mitad del siglo XIX o en el siglo XX). En los trabajos de Velázquez (Retrato del Conde Duque de Olivares, 1624), Goya (Retrato del cardenal Luis María de Borbón y Vallabriga, 1798-1800) o Franz Hals (El capitán Andries van der Horn, 1638), los representados aparecen sobre fondo neutro, de medio cuerpo o cuerpo entero, y en posiciones hieráticas que nos hablan de su rango. Son retratos individualizados, pero no importa tanto la plasmación de su psicología como el reflejo del poder que ostentan. Se trata por ello de piezas atemporales, aunque sus ropajes o atributos permitan situarlos en una determinada época.

Los retratos modernos, representados en la muestra por obras de Corot, Courbet, Cézanne, Renoir, Manet, Modigliani o Toulouse-Lautrec, sí reflejan más intensamente la individualidad del personaje, independientemente de su poder o clase social, pero siempre bajo la mirada personal del artista, que introduce el movimiento frente a la anterior congelación física y plasma en ellos su propia personalidad y sus valores estéticos, conceptuales y espirituales, tal como afirmaba Süleyman Celibi: He hecho de tu persona un retrato de mi persona.

Junto a la exhibición “Mirar y ser visto. De Tiziano a Picasso. El retrato en la colección del MASP”, podrán visitarse a partir de mañana otras dos exhibiciones en el Instituto de Cultura Fundación MAPFRE. Sala Recoletos. Se trata de “Ver Italia y morir”, organizada en colaboración con el Museo de Orsay de París y dedicada a mostrar las pinturas y fotografías que artistas internacionales fascinados por Italia realizaron en sus viajes a aquel país durante el siglo XIX; y “La danza de los colores. En torno a Nijinsky y la abstracción”, que pondrá de relieve el papel de la danza y de la música en los orígenes del arte abstracto a través de dibujos del propio Nijinsky, de Kupka o Sonia Delaunay, entre otros. Las obras de esta última muestra proceden de los fondos de la Hamburger Kunsthalle.