El diario El Mundo publicaba días atrás las críticas de la Asociación Contra la Corrupción y por la Regeneración Social (Accors) al Museo Reina Sofía por “supuestos casos de corrupción, sobrecostes injustificados, facturas de gastos de representación difícilmente justificables, derivación de fondos a intereses particulares…”. Se hacía referencia a gastos personales con cargo al museo por parte de Rosario Peiró, la responsable del departamento de Colecciones del museo, y a teóricos cobros excesivos de la comisaria Berta Sichel: si son excesivos o no podéis juzgarlo aquí.
Hubo quien pidió explicaciones al director del Museo Reina Sofía y quien consideró injustificadas estas acusaciones a la luz de los datos dados. Manuel Borja-Villel se ha explicado: ha afirmado que las cuentas del centro están completamente auditadas, que en ellas no hay nada irregular y que es necesario tener en cuenta lo que se retorna con los gastos que se realizan.