Gao Ping, un respetable mecenas hasta hace literalmente dos días, creador de la Fundación Arte y Cultura (IAC), presidente-director en Pekín del Centro de Arte Iberia-Beijing y fundador de la Galería Gao Magee, es uno de los cabecillas, según la Policía y según informaciones de El Mundo, de la organización china para el blanqueo de capitales y delitos económicos recientemente intervenida.
Ping había llegado a España en 1989 y en 2003 empezó a organizar aquí exposiciones en de artistas chinos emergentes y a presentar en China a artistas reconocidos en nuestro país. En 2007 inauguró el Centro Iberia-Beijing, que fue la primera galería privada de arte español en China. En 2008 organizó, con apoyo del IVAM, la muestra “55 días en Valencia” y paralelamente abrió en Madrid la Gao Magee Gallery, especializada también en arte chino. Sus aportaciones culturales no quedan ahí: en febrero pasado presentó en ARCO la edición para España de la revista Art in China, y también en 2011 recibió el premio Descubrir el Arte, junto a, paradójicamente, Consuelo Ciscar. El director de esta publicación, Rafael Sierra, fue quien comisarió “55 días en Valencia”.
El País desvela también que el IVAM pagó algo más de 440.000 euros por la organización de sendas exposiciones en Pekín y Valencia (la mencionada “55 días en Valencia” y “Plusmarca. Arte y deporte”, que pudo verse en el Iberia Center de Pekín) y por adquisición de obra (más de 60 fotos). Según la Consejería de Cultura de la Comunidad Valenciana, aquellas compras de imágenes respondían a necesidades de la colección. Ni el IVAM ni la Consejería de Cultura dieron la lista de los artistas adquiridos ni ofrecieron ninguna explicación sobre la cotización de los mismos. Lo único señalado por Cultura al respecto, a instancias del IVAM, fue lo siguiente: “Podría parecer una cantidad elevada pero no lo es, si comparamos una compra similar como fue que el IVAM adquirió 99 obras de Vanguardias Rusas en los años 1991 y 1998 con un coste de 465.901 euros”. En el texto se alude en dos ocasiones a que Tomás Llorens, el primer director del IVAM, fue el presidente de la Comisión de Compras y de que el Consejo Rector del Museo fue informado.
De las imágenes adquiridas, 37 son fotografías documentales fechadas en los cincuenta y los sesenta y centradas en la vida en China y las 37 restantes son piezas contemporáneas, de estilo conceptual y temática diversa. De momento, el PSPV ha exigido la comparecencia de la consejera de Cultura para aclarar la vinculación del centro valenciano con el supuesto jefe de la mafia china.
Gao Ping es propietario de varias naves en Fuenlabrada desde las que se distribuían productos llegados de China, como bisutería y bolsos, que se ponían a la venta en 110 establecimientos distintos en la península y Europa.
Según ABC, Gao Ping era la cabeza de la red mafiosa; quien fijaba cómo había que gestionar y explotar las diversas sociedades y asociaciones. Nombraba a los cargos y todos le rendían obediencia, firmaba las nóminas de los miembros de la organización criminal y de los empleados de la trama empresarial. Pese a que no es él quien directamente realizaba los envíos de dinero ilegales a China, exigía que se le informara de cada movimiento.
Solo tres o cuatro días antes de su detención en el chalé de Somosaguas, acababa de volver de Italia, adonde había viajado para controlar a la gente que trabaja allí para él. Ese país es una de las terminales desde las que se enviaba dinero a las cuentas chinas.