Según Milagros del Corral, directora de la Biblioteca Nacional, el apoyo de los estados a la cultura debe tener carácter de inversión y no de subvención, dado que la primera estimula y la segunda adormece. Para Guillermo Solana, director artístico del Museo Thyssen, los museos de arte no son económicamente rentables y si pretendieran serlo sus funciones de conservación y difusión podrían verse comprometidas. Manuel Borja-Villel opina que la cultura es una derecho inalienable y que su esfera no es ni pública ni privada, aunque mantenga dimensiones de ambas. Lola Moriarty maneja otro sentido de rentabilidad y cree que las manifestaciones culturales siempre resultan productivas porque proporcionan a la sociedad conocimiento y mejoran su calidad de vida.
Las opiniones de éstos y otros expertos en torno a la reducción de presupuestos en materia cultural pueden consultarse en www.elcultural.es