La TATE Modern nos invita a descubrir el constructivismo a través de dos de sus más importantes figuras
La TATE Modern le dedica en sus salas una exposición a Liubov Popova y Aleksandr Rodchenko, dos de las figuras claves del constructivismo ruso; un movimiento que nació con el propósito de experimentar y cuestionar el arte de su tiempo, preguntándose cómo debían ser las manifestaciones artísticas propias de la nueva sociedad que entonces se estaba fraguando en el país.
TATE MODERN
Bankside
Londres
Los artistas que formaron parte de este movimiento -entre ellos los dos que protagonizan la muestra que estos días se inaugura en el centro de arte londinense- pusieron en tela de juicio el valor de la obra de arte como algo ajeno a disciplinas como el diseño industrial, la arquitectura, el teatro o el cine; demostrando que el arte es una herramienta eficaz para el progreso y la mejora de la sociedad. Tanto Popova como Rodchenko trabajaron en distintos campos relacionados con la creación artística; la primera dedicándose a la a pintura, el teatro, el diseño gráfico y textil; mientras que el segundo abordó a lo largo de su carrera casi todas las disciplinas, tocando temas muy dispares que van desde la publicidad hasta la fotografía y el cine. Organizándose casi como ingenieros, llevaron la fabricación de obras de arte hasta el límite produciendo piezas de forma racional y estudiada. Gracias a esta exposición podremos conocer más a fondo algunas de las claves de este movimiento, en el que, como vemos, no existían diferencias de género y el trabajo se desarrollaba como un esfuerzo colectivo e igualitario para alcanzar un bien común.
Liubov Popova
Space-Force Construction (detalle), 1921
State Museum of Contemporary Art, Thessaloniki