190 obras pertenecientes a los mejores museos polacos se exponen en el Palacio Real
“Polonia. Tesoros y colecciones artísticas”
PALACIO REAL
c/ Bailén, s/n
28071 Madrid
Del 3 de junio al 4 de septiembre de 2011
De lunes a sábado, de 09:00 a 18:00 horas
Domingos y festivos, de 09:00 a 14:00 horas
Del 3 de junio al 4 de septiembre de 2011, en las Salas de Exposiciones del Palacio Real de Madrid
Comisaria: Beata Bietronska Slota
Obras: 195
Organizan: Patrimonio Nacional y Museo Nacional de Cracovia
Venta online de entradas a la exposición
La exposición, organizada con la colaboración esencial de la Fundación Banco Santander, se estructura en orden cronológico y pone de manifiesto como la formación de las grandes colecciones de arte polacas fue paralela al desarrollo del gusto por la cultura en los ámbitos de la Corona, la nobleza y la Iglesia. Es la primera vez que se presenta en España una muestra dedicada al patrimonio histórico-artístico polaco.
Polonia y el arte
Las obras que podremos ver en el Palacio Real están condicionadas fuertemente por la situación geográfica de Polonia, frontera del mundo cristiano hacia el Este y eje de las tensiones culturales existentes entre las corrientes culturales dominantes en las monarquías occidentales y la atracción por la estética oriental. Hay que recordar que Polonia vivió siempre bajo la amenaza de expansión militar del Imperio Otomano, cuya influencia se aprecia especialmente en las artes decorativas polacas.
Rembrandt Harmenszoon van Rijn. Niña en un marco, 1641.Castillo Rea, Varsovia
Izquierda: Nuestra Señora de Klonówka, fines del s XIV. Museo Diocesano, Peplin
Dderecha: Maestro de las Medias Figuras Femeninas. Dama tocando el virginal, hacia 1530. Fundación Raczyński, depósito en el Museo Nacional de Poznań
“Polonia. Tesoros y colecciones artísticas” se inicia mostrando piezas de los siglos XIV, XV y XVI pertenecientes a la poderosa burguesía polaca que floreció entonces. Se trata en su mayoría de esculturas de temática religiosa en las que se mezclan tradiciones iconográficas del país e influencias estilísticas de los principales centros artísticos europeos de aquella época. Entre ellas podemos citar una Virgen abridera portátil o el tapiz El diluvio, encargado por el rey Segismundo II Augusto en Bruselas.
El desarrollo de la ciencia, muy significativo en el país gracias a Nicolás Copérnico, que se formó en la Universidad de Cracovia, también ocupa un capítulo de esta exhibición, en la que podremos ver la primera edición de De revolutionibus orbium coelestium.
La dinastía Vasa, asentada en Polonia entre fines del siglo XVI y fines del siglo XVII, instituyó una nueva identidad nacional basada en el sarmatismo: la creencia de que el pueblo polaco, en especial su nobleza, descendían de la belicosa tribu sármata, que pobló en la Antigüedad esta región. El arte de esta época obedece, a diferencia del de etapas anteriores y posteriores, a un genuino gusto polaco de fuerte influencia oriental, como veremos en los Retratos de ataúd y en el espectacular lienzo Danza de la Muerte, ambos ejemplos de la relevancia dada a los ritos funerarios en la cultura sarmatista.
Vista de una de las salas de la exposición. En primer plano, Armadura de húsar con alas y piel de leopardo. Acero, bronce dorado, plata y piel de leopardo. Polonia Siglo XVII, Fundación Príncipes Czartoryski. Depósito Museo Nacional de Cracovia
En recuerdo de la victoria polaca sobre los turcos que sitiaron Viena en 1683 gracias a la campaña dirigida por el rey Juan III Sobieski, se exponen en el Palacio Real un estribo supuestamente perdido en la contienda por el visir otomano Kara Mustafá, una armadura de húsar y una imagen de la virgen de Nuestra Señora de Czestochowa, a quien se atribuyó la victoria.
Bajo la dinastía Wettin (1709-1763), el arte polaco estuvo dominado por la influencia francesa y alemana, aunque fue también en estos años cuando se implantó la vestimenta masculina característicamente polaca: dos prendas largas y un fajín de seda de influencia oriental.
Retrato del rey Augusto III con el traje nacional polaco. Louis de Silvestre o su taller, finales de la década de 1730; Retrato de Magdalena Radziwittowa. Jacob Wessel, h. 1746; Retrato de Hieronim Florian Radziwitt. Jacob Wessel, h. 1746
La creación en la etapa de Estanislao II Augusto Poniatowski protagoniza la última etapa de la muestra centrada específicamente en el arte polaco. Junto a retratos del monarca, podremos contemplar piezas pictóricas de gran sintonía con las corrientes de Europa occidental.
Obras maestras del arte europeo
La última parte de la exposición muestra algunos de los mejores trabajos de arte europeo presentes en las colecciones polacas, entre ellos la magistral Niña en un marco de Rembrandt, llamativa por la forma en que traspasa el espacio pictórico para acercarse al espectador, y La Dama del Armiño de Leonardo, que se exhibe en España por vez primera y que constituye una de las escasas obras atribuidas sin duda al maestro italiano. Representa a la hermosa joven Cecilia Gallerani, amante de Ludovico el Moro, y nos llama la atención por su misterioso magnetismo, su cuidada luminosidad, la delicadeza de sus manos y su profundidad psicológica.
Escuela de Dirk Bouts. Anunciación de la Virgen, 1470-1480. Fundación Príncipes Czartoryski, depósito en el Museo Nacional de Cracovia
Leonardo Da Vinci. La Dama del Armiño, hacia 1490.Propiedad de la Fundación Príncipes Czartoryski, en depósito en el Museo Nacional de Cracovia
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