Intentar evaluar la brecha entre los ideales de una sociedad y su realidad a pie de calle ha sido el objetivo del fotógrafo sudáfricano Pieter Hugo en “Kin (l’intime)”, el proyecto que desde hoy y hasta el 26 de abril presenta en la Fondation Henri Cartier-Bresson de París. Consta de paisajes, retratos y naturalezas muertas que se exhiben por primera vez en Francia y en las que Hugo reflexiona sobre la complejidad de la identidad de la Sudáfrica post-apartheid como país.
Coproducen la muestra la Fundación Foto Colectania barcelonesa y la Stevenson Gallery de Ciudad del Cabo y las imágenes que la integran están fechadas en los ocho años comprendidos entre 2006 y 2013. Sus temáticas remiten a la colonización y las diferencias raciales y económicas en el país natal del fotógrafo, que antes ya realizó series sobre asuntos semejantes en Nigeria, Ghana, Liberia y Botswana.
En esta ocasión Hugo nos ofrece una mirada de Sudáfrica desde el interior y nos muestra lugares y escenas que le son familiares: ciudades superpobladas, zonas mineras abandonadas, luchas campesinas por las tierras de cultivo, interiores de casas modestas, junto a retratos de su esposa embarazada, su hija recién nacida y la nodriza que trabajó para su familia durante tres generaciones.
Se alternan espacios públicos y privados haciendo hincapié en las diferencias cotidianas entre las vidas de privilegiados y humildes, pero quizá el objetivo último del fotógrafo en Kin ha sido encontrar su propio sitio en un país con una historia compleja y un futuro incierto en el que, según Hugo, el peso del pasado se cierne sobre el presente colectivo e individual.
El trabajo de Pieter subraya cómo las cicatrices del colonialismo y el apartheid en Sudáfrica siguen siendo muy profundas y cómo los conflictos derivados de los pasados problemas raciales penetran aún hoy en todas las capas de la sociedad. En palabras del fotógrafo, mirar tu país con un ojo crítico es mirarte a ti mismo y mirar a tu vecino, sentir el peso de la historia y comprender el papel que cada uno juega en él, percibir cómo conviven sentido de pertenencia y alienación.
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