El Centro Cultural Bancaja de Valencia revisa la inmersión del malagueño en el mundo de la escenografía
Bancaja inició en 2003 una serie de exposiciones monográficas sobre Picasso para dar a conocer aspectos concretos de la obra gráfica del artista y ofrecer a los ciudadanos la colección que la entidad tiene del mismo, compuesta por más de 5.
BANCAJA CENTRO CULTURAL
Pza. de Tetuán, 23
Valencia (España)
000 obras. En esta ocasión, y como parte de esa serie de muestras, su centro cultural en Valencia exhibe una selección de grabados pertenecientes a las Suites 347 y 156 y al libro ilustrado Le Tricorne. Todos ellos recogen la visión del pintor malagueño sobre la escenografía y el vestuario para distintas piezas teatrales puestas en escena entre 1917 y 1962. Picasso se aproximó al mundo de las artes escenográficas de la mano de Diaghilev, el gran empresario de la danza rusa interesado en reunir a los mejores artistas para hacer del ballet una obra de arte total. Para él realizó el creador español importantes telones de escena, decorados y vestuario, colaborando directamente en la composición escénica de piezas como Parade (1917), Le Tricorne (1919) o Pulcinella (1920). En 1925, atraído por el Surrealismo, pintó una de sus obras más conocidas: Les trois danseuses, una especie de danza de la muerte que coincidió en el tiempo con el fallecimiento de su amigo Ramón Pichot. No obstante, son escasos en su producción los dibujos y estampas que tratan temas de la danza o el teatro, de ahí la importancia de las suites mostradas en el Centro Cultural Bancaja. Fechadas entre 1968 y 1970, no abordan el baile en sí mismo, sino como un recuerdo de juventud del que Picasso ya sólo se siente contemplador activo.
Picasso
Suite 347, 1968