El Guggenheim neoyorquino abre en octubre la primera muestra centrada en la obra acromática del malagueño
“Picasso Black and White”
SOLOMON R. GUGGENHEIM MUSEUM
1071 5th Avenue at 89 th street
101278 Nueva York
Del 5 de octubre de 2012 al 23 de enero de 2013
De lunes a miércoles, de 09:00 a 18:00 horas
Viernes y sábado, de 09:00 a 18:00 horas
Jueves cerrado
118 pinturas, esculturas y obras sobre papel fechadas entre 1904 y 1971 formarán parte de “Picasso Black and White”, muestra que el Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York abrirá el 5 de octubre y que explorará el uso que el artista andaluz hizo del blanco y el negro a lo largo de su trayectoria, ofreciendo nuevas y sorprendentes perspectivas sobre sus métodos de trabajo.
La exposición incluirá trabajos procedentes de numerosas colecciones públicas y privadas de Europa y Estados Unidos, incluyendo algunos cedidos por la propia familia Picasso y piezas inéditas. Tras su paso por el Guggenheim neoyorquino, “Picasso Black and White” podrá verse, entre febrero y mayo de 2013, en el Museo de Bellas Artes de Houston.
La producción de Picasso ha sido analizada en innumerables ocasiones a la luz de sus diversos estilos y temáticas, pero hasta ahora se habían pasado por alto, al menos a nivel expositivo, el uso recurrente de blancos, negros y grises por parte del genio y sus investigaciones en torno a la austera monocromía. Ya en sus periodos azul y rosa, el malagueño se servía de delicados matices en negro, gris y blanco para suavizar los perfiles de las figuras representadas y sus primeras incursiones cubistas se condensan en el empleo de figuras geométricas deconstruídas y de apagados grises.
También se sirvió de forma destacada de estas tonalidades en el icónico Guernica y en las pinturas en las que representó las atrocidades de la Guerra, en naturalezas muertas alegóricas en sus interpretaciones de obras fundamentales de la historia del arte y en escenas de alto contenido sexual. Estos tonos confieren a su arte una sorprendente intensidad expresiva.
Carmen Giménez subraya cómo, en la adopción de esta restringida paleta, Picasso fue fiel a la tradición española marcada por El Greco, Velázquez, Zurbarán, Ribera y Goya.