Perder la forma humana: entre el arte y el activismo

VV.AA. España, aparta de mí este caliz, 1992. Cortesía Archivo Adolfo Cornejo

El Museo Reina Sofía examina la incidencia del compromiso político en el arte latinoamericano de los ochenta

Madrid, 26/10/2012

“Perder la forma humana. Una imagen sísmica de los años ochenta en América Latina”

MUSEO NACIONAL CENTRO DE ARTE REINA SOFÍA. MNCARS
c/ Santa Isabel, 52
28012 Madrid
Del 25 de octubre de 2012 al 11 de marzo de 2013
De lunes a sábado, de 10:00 a 21:00 horas
Domingos, de 10:00 a 14:30 horas
Martes cerrado

Hasta el próximo 11 de marzo, puede visitarse en el Museo Reina Sofía “Perder la forma humana. Una imagen sísmica de los años ochenta en América Latina”, muestra organizada en colaboración con AECID y comisariada por los miembros de la Red Conceptualismos del Sur que ofrecerá una visión intencionadamente no exhaustiva, pero sí significativa, de las tensiones entre arte, activismo y política en el contexto latinoamericano de la década de los ochenta.

Componen la exhibición más de seiscientas obras en múltiples formatos, desde la fotografía hasta la instalación pasando por el dibujo o el documental, que nos introducen en diversas micro-historias concretas, localizadas y no demasiado conocidas por el público general europeo. La mayoría de ellas son inéditas.

“Perder la forma humana” hace constante referencia a la violencia política presente en los países dominados por regímenes dictatoriales y, en contraposición, a las experiencias de libertad surgidas como réplica subversiva a los anteriores. La muestra se inicia en 1973, año del golpe militar de Pinochet en Chile, fecha que, en opinión de los comisarios, “simboliza la brutal clausura de una época de expectativas revolucionarias en el continente y el surgimiento de otras gramáticas de acción política”, y finaliza en 1994, cuando el neozapatismo abre paso a un nuevo tiempo de movilizaciones que revitalizan el activismo político en Hispanoamérica.

Manga Rosa. Arte ao ar livre. Intervención de Viajou Sem Passaporte Sao Paulo, 1981-1982. Cortesía Archivo Jorge Bassani

Buena parte de esas experiencias nacidas de la búsqueda de un contexto de mayor libertad creativa surgieron al calor de movimientos contraculturales, como las movidas de rock underground, la disidencia sexual, los grupos de poesía, el teatro experimental o la nueva arquitectura y otras se dejaron influenciar por los incipientes movimientos de defensa de los derechos humanos en el ámbito público, pero todas trataron de generar nuevos espacios y modos de vida que se convirtieran, con el paso del tiempo, en territorios simbólicos para el activismo. El humor y el propio cuerpo fueron sus herramientas críticas.


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