Hasta el próximo 30 de enero, el Centro Cultural Valey de Castrillón-Piedrasblancas, en Asturias, presenta “La distancia incómoda”, una muestra que repasa trabajos recientes de la artista lucense Paula Noya junto a una selección de sus obras tempranas, con el fin de que unos y otras dialoguen en esta sala y de que los espectadores apreciemos la evolución de Noya.
Entre los temas comunes de sus proyectos de antes y de ahora encontramos el deseo y su tenacidad y la dificultad del olvido, y aprovechando esa raigambre emocional de los asuntos abordados por la artista, esta exposición, que ha comisariado Susana Blas, no se ha planteado como muestra al uso, con una organización cronológica o temática, sino como dispositivo capaz de suscitar y evocar afectos en el público, que en algunas ocasiones podrá reconocerse en determinadas obras y, quizá, completarlas a partir de su experiencia.
La distancia incómoda a la que se refiere el título de este proyecto alude al procedimiento de trabajo de Paula, que excava en su memoria propia sin llegar a desvelar interioridades y sin imponernos visiones ni interpretaciones unívocas. Sus trabajos nos invitan, con delicadeza, a reflexionar sobre las convenciones sociales, el peso en nuestra vida y nuestro pensamiento de ciertos hitos biográficos, el feminismo, los paisajes presentes en nuestro sueño y en cada cuerpo…
Contemplamos, por tanto, en la exposición, un mapa no cerrado ni completo de recuerdos reunidos en vídeos, fotografías, esculturas y dibujos, y también en un Cuaderno inacabado que se ha publicado en edición numerada para la ocasión.
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