Haunch of Venison presenta la primera muestra individual de la artista australiana en el Reino Unido
Sus trabajos, expuestos en Haunch of Venison Londres hasta el 12 de enero, exploran tanto nuestro deseo de humanizar la tecnología como la particular tendencia actual a homogeneizar características corporales y buscar la perfección física, poniendo a prueba nuestra capacidad de aceptación hacia aquellas personas que no cumplen los cánones actuales de belleza.
Fascinada por la ciencia médica y la biotecnología y por nuestros mecanismos individuales para hacer frente a los miedos y preocupaciones relacionados con la apariencia, el envejecimiento o la enfermedad, Piccinini ha buscado respuestas en el pasado, en la religión y en los mitos y se ha servido de la ciencia para explicar el deseo humano de mejora.
Las figuras fotografiadas, esculpidas o dibujadas por la creadora australiana son criaturas exóticas, llamativos seres híbridos a medio camino entre humanos y animales o personajes sorprendentemente realistas que nos atraen tanto como nos perturban. Utiliza también máquinas antropomórficas (como motos que parecen actuar como amantes, mirándose con cariño) y aplica emociones humanas tanto a los animales como a los objetos, entrelazando nuestra naturaleza con piezas industriales.
En definitiva, la obra de Piccinini cuestiona el modo en que la tecnología y la cultura contemporánea han transformado nuestra idea de lo que significa ser humano, nuestras relaciones sociales y nuestra percepción del progreso. Por si la contemplación de estas piezas deja dudas, ella comenta: generalmente en mi trabajo trato de imaginar lo que podría ser, pero no lo es. Al hacer esto, en varias ocasiones me veo sorprendida por lo “normales” que son mis creaciones, comparadas con las bizarras criaturas que en realidad existen.