Palazuelo. París, 13 Rue Saint Jacques

Palazuelo en su casa del 13, rue Saint.Jacques, 1962. Foto: Abraham Lurie Waintrob-Budd Studio

El Museu Fundación Juan March repasa la obra del artista madrileño durante su estancia en la capital francesa, entre 1948 y 1968

Palma de Mallorca, 21/06/2010

“Palazuelo. París, 13 Rue Saint-Jacques (1948-1968)”

MUSEU FUNDACIÓN JUAN MARCH
c/ Sant Miquel, 11
07002 Palma de Mallorca
Del 22 de junio al 30 de octubre de 2010
De lunes a viernes, de 10:00  a 18:30 horas
Sábados, de 10:30 a 14:00 horas

Con el propósito de dar a conocer las etapas de la trayectoria de Pablo Palazuelo menos estudiadas y sus trabajos inéditos, la Fundación Juan March y la Fundación-Museo Jorge Oteiza comenzaron a organizar hace tres años el primer proyecto expositivo centrado en analizar al detalle la producción del pintor madrileño durante las dos décadas que pasó intermitente en París, entre 1948 y 1968, fecha en que regresó a España. Más de un centenar de piezas componen esta exhibición, entre pinturas, dibujos y material documental y muchas de ellas no habían podido contemplarse hasta el momento.

 

En el número 13 de la Rue Saint-Jacques, donde fijó su domicilio francés, Palazuelo se dejó influir por Klee y Kandinsky en la elaboración de su personal lenguaje artístico, abstracto y geométrico, cuya expresividad reforzaría en décadas posteriores. El madrileño fue uno de los primeros artistas que marcharon a París en la etapa de la postguerra; su soledad inicial en la capital francesa se manifestó en una serie de cinco pinturas sobre tela fechadas en 1955 bajo el título de Solitudes y esa tendencia solitaria se convertiría con el tiempo en emblema de su carrera.

Ese mismo año 55 y en 1958 protagonizó exposiciones en la Galería Maeght y en 1959 Juan José Tharrats, también pintor, publicó la primera crítica reseñable sobre su obra en España, haciendo alusión al injusto desconocimiento del que era objeto Palazuelo en nuestro país. Estudió grabado junto al reputado litógrafo René Jaudon y conoció a los fotógrafos Abraham Lurie, Sidney Waintrob y Nicolas Müller; se sumergió también en las librerías en decadencia de su barrio, dedicadas a la alquimia, el esoterismo o la filosofía y estableció contacto también con Alechinsky, Brancusi, Braque, Yves Klein, De Stäel, Vasarely, Chagall, Giacometti o Miró.

En 1952, el Estado francés compra su Composition abstraite (1950) para el Musée National d´Art Moderne y en 1953 es el único representante español en participar en una colectiva centrada en los jóvenes pintores europeos que tuvo lugar en el Guggenheim neoyorquino. Ese mismo año obtuvo el Premio Kandinsky y por aquellas fechas elaboraría sus dos primeras esculturas: una “flor extraña” y Ascendente, fundida en bronce.

Antes de su definitivo regreso a España, Palazuelo mostraría su obra en la muestra inaugural de la Galería Juana Mordó y en el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca. En su estudio de Galapagar continuó pintando hasta su fallecimiento en 2007.

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Pablo Palazuelo

Sur noir, 1949

Museo Patio Herreriano, Valladolid

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Pablo Palazuelo

Rouge, 1951

Kunstmuseum St. Gallen. Donación de Erna y Curt Burgauer

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