Paisajes futuristas

Su producción, escasa pero ecléctica, es fruto de diversas colaboraciones con músicos y del deseo de este creador gijonés de dar imagen a las composiciones musicales que más le gustan. En la exhibición podremos contemplar esculturas-objeto que contienen diapositivas de paisajes virtuales y que permiten al espectador adentrarse en lugares lejanos o construidos por la mente. Para su realización, Longobardo se sirve de los procedimientos habitualmente empleados en las road movies o en los films de ciencia ficción para diseñar mundos fantásticos e ilimitados y de tecnología 3D que permite recreaciones especialmente veraces. Eliminando cualquier mecanismo narrativo para dar prioridad a la mera contemplación y explorando las posibilidades comunicativas, e incluso hipnóticas, de las imágenes animadas, Longobardo, que trabaja en la localidad pacense de Cabeza Buey y se mantiene normalmente ajeno, salvo ocasiones esporádicas, a los circuitos del mercado del arte, crea, con gran economía de medios, piezas inspiradas estéticamente en los videojuegos y caracterizadas por su síntesis formal y su relación con la pintura, con el dibujo y el color y con el tradicional intento de las artes visuales de captar con fidelidad el movimiento. El propio autor define “Space Clips” como un capricho, una propuesta sobre el placer sensorial basada en la música, el color, la sincronía y el dinamismo.

Javier Longobardo
Descent, 2007

Javier Longobardo
Estupendo, 2008