Francisco Calvo Serraller
Asistimos en la Galería Soledad Lorenzo a la prodigiosa visión de la obra última de un artista de 89 años, Pablo Palazuelo, con la que cumple su destino creador, tensando hasta el extremo la cuerda de la existencia, en pos de la revelación definitiva.
Galería Soledad Lorenzo, Madrid
Hasta el 13 de noviembre de 2004
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Esta asombrosa obra reciente es única, por llevar a un más allá de si mismo, conjugando los dos puntos extremos de la creación artística, lo orgánico con lo cristalino, la vida y la geometría. Un postrer Palazuelo, tocado por el aura conjuntiva de lo simbólico y por el aura disruptiva de lo diabólico, que desafía el cromatismo de la atmósfera, al añadir a sus colores planos satinados de rotundos perfiles, unos fondos evanescentes de resplandores rosáceos, grises o azulencos cuyas sutiles gradaciones son como un celaje traslúcido.
Sumergido en las búsquedas del misterio, Palazuelo nos habla desde un más allá innombrable, desde esos extraños ecos y reverberaciones de la naturaleza, donde habitamos sin encontrarnos.
