Óscar Seco: desastres en blanco y negro

Óscar Seco. La defensa de Madrid, 2011

El artista madrileño presenta sus mordaces trabajos recientes en la Galería Blanca Soto

Madrid, 24/06/2013

Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense, el artista madrileño Óscar Seco vuelve a la galería Blanca Soto, donde expuso con anterioridad en 2008 y 2005, para mostrar su reciente serie de pinturas “Caídos del cielo”, relacionada en parte, por su perspectiva iconoclasta y su aire mordaz, con anteriores trabajos en los que intentaba abordar la Guerra Civil desde un enfoque desenfadado e irónico.

Su nueva producción consta fundamentalmente de pinturas, dejando a un lado maquetas, dioramas y vídeos con los que sus lienzos habían convivido en los últimos años, aunque se mantengan dos de ellos en la exposición, abierta hasta el 16 de julio.

Óscar Seco. Beirut blues, 2010

Las pinturas expuestas, realizadas casi únicamente en blanco y negro y tonos relacionados, evocan el caos, constantes desastres: los de la guerra, la política, catástrofes naturales, el supuesto declive de las civilizaciones… Destacan por su tono narrativo y por reunir rasgos de la animación y la ilustración: se asemejan a micro-relatos que pueden aludir a episodios históricos (se aprecia atendiendo a sus títulos).

Los plasma Seco a veces con una intención de crítica social y en ocasiones evocando, con bodegones postmodernos de ruinas de aire surrealista en los que incorpora la inquietante presencia de aves colosales, las naturalezas muertas de artistas barrocos como Snyders, Claesz o Chardín.

Sus referencias literarias más claras también resultan apocalípticas o de negro cariz: es el caso de obras de J.G. Ballard, Huevos fatales de Mijail Bulgákov o El Alimento de los dioses de H. G. Wells.

Óscar Seco. Red cross

Apenas nada queda en estos trabajos recientes de Seco de sus anteriores recursos pop: estas pinturas se nos muestran descarnadas, casi fotográficas y documentales.

El madrileño expone en paralelo su proyecto “Little Nemo in Secoland” en la Galería Trinta de Santiago de Compostela, y con ocasión de esa muestra ha declarado: utilizo la figuración como vehículo para dar rienda suelta a mi imaginario y obsesiones: la literatura, el cine, el cómic, los códigos apropiacionistas del surrealismo, el arte conceptual o la publicidad. Casi todas mis obras han intentado ser un reflejo de la condición humana. Suelen tener cierta tendencia política y siempre suponen una crítica implícita a toda la sociedad que nos rodea. No entiendo el mundo del arte sin un punto de crítica y rebeldía ya sea hacia las guerras, la destrucción de la naturaleza o la misma condición humana pero siempre desde un punto de vista lúdico e irónico.