Llega al Metropolitan Museum of Art la mayor retrospectiva del artista
Del 1 de julio al 21 de septiembre de 2008, en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York Comisarios: Gary Tinterow y Kathryn Calley Galitz El Metropolitan de Nueva York exhibe estos días la mayor retrospectiva de los últimos 40 años en Estados Unidos sobre William Turner (Oxon, 1775 – Oxford, 1851), lo cual se ha convertido en todo un acontecimiento cultural en la ciudad, así como lo fue en su momento en Washington y en Dallas, donde la exposición pudo contemplarse hace algunos meses.
METROPOLITAN MUSEUM OF ART
1000 Fifth Avenue at 82nd Street
Nueva York
Para la ocasión se han reunido cerca de 150 obras, 85 de las cuales proceden de la Tate Britain, donde se custodia una buena parte del denominado Turner Bequest: un conjunto de aproximadamente 100 óleos cedidos por el artista a Gran Bretaña y entre los que se encuentran algunos de sus trabajos más importantes.
Se considera que Turner revolucionó en su momento el género del paisaje ofreciendo una nueva visión de la pintura que entroncaba ya con el siglo XIX. Se habla frecuentemente de la influencia que causó en el Romanticismo y en los pintores impresionistas, y no cabe duda de que imprimió su personalidad en cada una de sus pinturas y acuarelas, en las que cobran protagonismo los paisajes sumergidos en efectos atmosféricos como la niebla o la nieve. Turner fue de esos artistas altamente valorados en vida, con una producción estimada en más de 500 pinturas y unas 1500 acuarelas, y es que su carrera fue meteórica desde los inicios. Con 14 años ingresó en la escuela de la Royal Academy of Arts y pronto empezó a colgar cuadros en sus exposiciones anuales, convirtiéndose con tan sólo 26 años en el académico más joven de la historia de la institución, de la que cinco años después sería también profesor de perspectiva.
Esta retrospectiva que ahora podemos ver en el MET, y con la que se dibuja un completo recorrido por toda la producción de Turner, de forma cronológica y temática, se ha dividido en diez apartados. Sus inicios están protagonizados principalmente por acuarelas y dibujos, aunque pronto el artista muestra su deseo por convertirse en un respetado pintor y comienza a pintar óleos, como Fishermen at Sea (1796), que sería su primera pintura expuesta en la Royal Academy. Posteriormente se pone el acento en aspectos que pueden considerarse determinantes para la formación del estilo que caracterizaría buena parte de su trabajo, desde los ya mencionados efectos atmosféricos, la idea de lo sublime o el dominio absoluto de la acuarela; para posteriormente centrarse en acontecimientos significativos como sus viajes por Europa una vez terminadas las Guerras Napoleónicas en 1815, lo que le permitió introducir una paleta más vibrante como resultado del empleo de nuevos pigmentos; o su interés por la modernidad, lo que en su pintura se tradujo en el cambio de temática, del mundo rural a una sociedad industrializada. En cada una de estas etapas podemos ir descubriendo obras maestras de su producción, desde la famosa The Battle of Trafalgar,de 1823, (la pintura más grande realizada por Turner, que fue además su único encargo real a las órdenes del rey George IV), o los célebres The Burning of the Houses of Lords and Commons (1835), en los que narra los acontecimientos de la tarde del 16 de octubre de 1834, cuando el Parlamento británico ardió en llamas. Las últimas obras expuestas, con las que se cierra este itinerario por más de medio siglo de producción artística, desvelan al Turner más luminoso, en el que los efectos se mezclan en una masa con la naturaleza y nos introducen casi en los albores de la abstracción, evidenciándose una vez más la modernidad de su pintura.
Joseph Mallord William Turner
The Burning of the Houses of Lords and Commons, 16th October, 1834-1835
Joseph Mallord William Turner
Norham Castle, Sunrise, c. 1845
Joseph Mallord William Turner
Snow Storm: Hannibal and his Army Crossing the Alps, 1812