Neo Rauch, lo reciente y lo inédito

Kunstsammlungen Chemnitz expone pinturas de gran formato que el artista ha realizado en la última década

Nació en Leipzig en 1960, se formó en la Hochschule für Grafik und Buchkunst de la ciudad junto a Arno Rink entre 1981 y 1986 y, en este mismo centro, impartiría clases entre 2005 y 2009, siendo, desde último año, profesor honorario. Desde el pasado 116 de diciembre, y por primera vez, Neo Rauch muestra su obra en un centro alemán que dedica una muestra, paralela en fechas, a su esposa, la también artista Rosa Loy.

En Kunstsammlung Chemnitz podremos ver, hasta el próximo 10 de febrero, una selección de pinturas de gran formato que el célebre artista germano ha llevado a cabo entre 2002 y 2012, entre ellas cuatro inéditas: SAL, Hohe Zeit, Der böse Kranke y Die Abwägung. La primera se fecha en 2010, las tres últimas en 2012 y todas miden aproximadamente 3 x 5 metros.

La primera evoca el poder y la libertad asociados al medio pictórico a través de la representación del pintor con sus herramientas, de rocas escapadas y de la espuma del mar, elementos que nos sugieren múltiples referencias a obras maestras del arte de todos los tiempos, de Vermeer a Arnold Böcklin. La segunda, Hohe Zeit, muestra a un grupo de personas en aparente celebración sobre una rueda de molino pero con un aire evidentemente misterioso e inquietante: nada parece proteger a un individuo ebrio a punto de caer a un arroyo mientras el resto sigue divirtiéndose sobre esa insegura plataforma ¿una metáfora de los tiempos?

  

En Der böse Kranke llama nuestra atención la estricta división de la pieza: en parte desierta, en parte poblada por figuras humanas. Podría aludir a las ambivalencias vitales que siempre han interesado a Rauch y que son muy características de la cultura occidental: entre el bien y el mal, el cuerpo y el alma. Die Abwägung, por último, da título a la muestra y, aunque es difícil describirla por su dimensión espacio-temporal, sí plantea de nuevo una reflexión sobre abismos y experiencias individuales y colectivos.

Neo Rauch no es demasiado conocido en España, donde sí expuso en 2004 en la extinta BIACS de Sevilla y un año después en el CAC Málaga, y aunque respeta los códigos que han regido la pintura durante los últimos cinco siglos subvierte la disposición de las figuras y su situación en el espacio, transgrede las leyes de la narrativa y diseña escenarios rotundos plagados de alegorías.