Navarro Baldeweg, modos de hacer

CentroCentro revisa los lazos entre su obra en distintas disciplinas

Madrid,

No es buena idea establecer jerarquías entre las diferentes disciplinas que conforman el quehacer artístico de Juan Navarro Baldeweg, tan arquitecto como pintor, académico de Bellas Artes en San Fernando y Premio Nacional de Artes Plásticas en 1990. Sus primeros estudios, en Santander, se centraron en el dibujo y la pintura, se formó después en grabado en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y finalmente obtuvo su licenciatura en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, en la que sería catedrático de Proyectos.

Como arquitecto se le deben, en un repaso somero, la Casa de la Lluvia de Santander; el Palacio de Congresos y Exposiciones de Castilla y León, en Salamanca; la Biblioteca Municipal de San Francisco el Grande (Madrid); el centro cultural de Villanueva de la Cañada (Madrid); la biblioteca de la Facultad de Música de la Universidad de Princeton; o el Centro de Investigación y Museo de Altamira; como pintor ha protagonizado una veintena de muestras individuales y su trabajo está presente en un buen número de centros españoles e internacionales, entre los primeros el Museo Reina Sofía, la misma Academia de San Fernando, Patio Herreriano o el Museo de Bellas Artes de Álava.

Autor igualmente de esculturas e instalaciones, Baldeweg es objeto hasta noviembre de una extensa exposición en la quinta planta de CentroCentro en la que, bajo el comisariado de Ignacio Moreno Rodríguez, se revisan los lazos entre su producción en esas diversas áreas en lo temático y lo formal: se han reunido setenta piezas entre pinturas, obra bidimensional y tridimensional, dibujos, fotografías y maquetas, datadas entre principios de los sesenta y este mismo año, pues parte de ellas son inéditas. No faltan sus pinturas tempranas, las instalaciones que llevó a cabo durante su estancia en el Center for Advanced Visual Studies del MIT de Boston o sus telas más recientes.

Navarro Baldeweg. Hacer y azar. CentroCentro. Fotografía: Amapola creativa
Navarro Baldeweg. Hacer y azar. CentroCentro. Fotografía: Amapola creativa
Navarro Baldeweg. Hacer y azar. CentroCentro. Fotografía: Amapola creativa
Navarro Baldeweg. Hacer y azar. CentroCentro. Fotografía: Amapola creativa

“Hacer y azar”, que así se titula este proyecto, forma parte de la reciente línea expositiva de este espacio madrileño destinada a difundir la obra de artistas fundamentales del panorama español que no hayan sido objeto de exposiciones recientes en la capital (era, asimismo, el caso de Rafael Canogar) y viene a señalar que, si bien contempladas de manera autónoma las creaciones en esas distintas técnicas de Baldeweg ofrecen evidentes especificidades, es posible atisbar que, estudiándolas en conjunto, parecen responder a ciertos principios o impulsos comunes; incluso a algunos esquemas característicos en las formas de hacer. Entre ellos se encontrarían la atención a la gravedad como aglutinante de la materia, a la luz como transformadora de espacios y generadora de emociones o a los flujos de energías y de información (que ya estructuraron su exhibición “Un zodiaco” en el Museo ICO, la última institucional de este autor en Madrid); también atienden a una inquietud por la participación activa del cuerpo humano en la obra de arte, sobre todo en lo relativo a la configuración del horizonte visual y a la expresividad gestual de la mano, o al examen de comportamientos universales en procesos físicos de acción que señalan la reciprocidad existente en el mundo entre consumo y gasto energético, y en el camino, entre el acto de crear y el de destruir.

Navarro Baldeweg. Hacer y azar. CentroCentro. Fotografía: Amapola creativa
Navarro Baldeweg. Hacer y azar. CentroCentro. Fotografía: Amapola creativa
Navarro Baldeweg. Hacer y azar. CentroCentro. Fotografía: Amapola creativa
Navarro Baldeweg. Hacer y azar. CentroCentro. Fotografía: Amapola creativa

Se trata de asuntos que han vertebrado la trayectoria de Navarro Baldeweg en casi todas sus facetas desde sus inicios y que salen a nuestro paso -en aquellas exposiciones que, como ésta, han enhebrado sus trabajos en distintos formatos- con insistencia, apuntando a una estrategia creativa, a un abanico complejo de conceptos que le son propios, en definitiva a unas coordenadas comunes en las que desenvolverse independientemente de cuáles sean sus herramientas. En expresión propia del artista, a una “casa anterior”.

Aunque, como dijimos, todos sus medios técnicos quedan aquí representados, es inevitable que cobre protagonismo la pintura, como ese escenario donde de manera más clara los azares del camino, lo inesperado, dejarán su huella en los lienzos, y las expectativas del autor tienen que contar desde un principio con ese grado de indefinición. La arquitectura se debe a una función y debe hacer frente a unas necesidades, lo que determina su predictibilidad respecto al devenir poco reglado de las artes plásticas.

Navarro Baldeweg. Hacer y azar. CentroCentro. Fotografía: Amapola creativa
Navarro Baldeweg. Hacer y azar. CentroCentro. Fotografía: Amapola creativa
Navarro Baldeweg. Hacer y azar. CentroCentro. Fotografía: Amapola creativa
Navarro Baldeweg. Hacer y azar. CentroCentro. Fotografía: Amapola creativa

 

 

Navarro Baldeweg. “Hacer y azar”

CENTROCENTRO. PALACIO DE CIBELES

Plaza Cibeles, 1

Madrid

Del 12 de junio al 2 de noviembre de 2025

 

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