Natividad Navalón. La maleta de mi madre

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La artista valenciana muestra en el IVAM esculturas e instalaciones en las que reflexiona sobre las relaciones entre madre e hija

“Natividad Navalón. La maleta de mi madre”

Valencia, hasta el 21/02/2010

IVAM
c/ Guillem Castro, 118
46003 Valencia

Del 18 de diciembre de 2009 al 21 de febrero de 2010, en el Instituto Valenciano de Arte Moderno


Natividad Navalón, artista valenciana nacida en 1951, comenzó su carrera artística a fines de la década de los ochenta realizando proyectos específicos, en su mayoría instalaciones, para diversos museos. Doctora en Bellas Artes y profesora del Departamento de Escultura de la Universidad Miguel Hernández de Elche, presenta en esta ocasión en el IVAM “La maleta de mi madre”, muestra que podrá contemplarse hasta el 21 de febrero en la que Navalón reflexiona sobre las relaciones entre madre e hija y en el modo en que los hijos experimentan, a partir de cierta edad, la responsabilidad que les transmite su progenitora.

En su instalación El sueño de vivir, Natividad Navalón emplea objetos cotidianos que solemos asociar a la figura de nuestra madre y que nos transmiten calidez, confianza y bienestar. Destaca entre ellos el pelo (tradicional símbolo femenino) que sale de debajo de una almohada y que cubre una cama de gran tamaño. La obra también hace referencia al interés de las niñas, a medida que se van haciendo mayores, por emplear utensilios propios de los adultos.

En la escultura Buscando esa mujer, una niña de falda corta introduce su cabeza en un gran bolso para averiguar su contenido, en alusión a nuestra eterna búsqueda de deseos por cumplir y de añoranzas muchas veces ligadas a la figura de nuestra madre.

Sólo en la instalación De madres a hijas éstas últimas logran un papel de igualdad frente a las primeras. Une a la una y la otra un lienzo blanco que cae hasta el suelo representando la ruptura del cordón umbilical entre madre e hija, dispuestas frente a frente y a la misma altura en posición de confrontación o diálogo.

La obra que da título a la exhibición, La maleta de mi madre, consta de doce maletas colocadas contra la pared y realizadas en bronce y fieltro. Contienen simbólicamente el equipaje que nuestra madre nos transmite: su olor, sus recuerdos…La niña experimentará a lo largo de su vida todas las etapas ya conocidas por la madre.

Una barca de plomo llena de toallas blancas simboliza la partida y el inicio de una nueva vida, bajo el título Tiempo de arroz y sal. Las toallas impolutas hacen alusión a la pureza, la inocencia y la virginidad. En su conjunto, esta escultura representa a una joven que inicia el camino de su futuro pero que inconscientemente repetirá, sola y a su modo, el ciclo vital de su madre.

La exposición finaliza con la instalación El paso del legado, instalación formada por siete láminas de agua en cuyos extremos hay banquetas blancas y toallas del mismo color. La figura materna ha desaparecido en el agua, fundiéndose con la naturaleza, y una niña esculpida en fibra de vidrio que intenta introducirse en la pared y comenzar su propio camino.

La artista Natividad Navalón, fotografiada junto a una de las piezas que componen la instalación El paso del legado


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