Mutable Dieter Roth

Dieter Roth. Islands. Instalación en HangarBicocca, 2013. Cortesía Fondazione HangarBicocca, Milán Dieter Roth. Islands. Instalación en HangarBicocca, 2013. Cortesía Fondazione HangarBicocca, Milán

Un centenar de obras del artista se exponen en el HangarBicocca de Milán

Milán, 12/11/2013


“Dieter Roth. Islands”

HANGARBICOCCA
Vía Chiese, 2
20126 Milán
Del 6 de noviembre de 2013 al 9 de febrero de 2014
De miércoles a domingo, de 11:00 a 24:00 horas

Bajo el comisariado de Vicente Todolí, director de HangarBicocca, y con la colaboración de Björn, hijo del creador, este centro milanés exhibe hasta febrero un centenar de obras de Dieter Roth, figura fundamental de la escena artística europea desde la década de los cincuenta hasta su muerte en 1998. Investigador insaciable, artista gráfico, poeta, diseñador y experto en música, desarrolló su producción en los campos de la pintura, la escultura, el grabado, la fotografía, el vídeo y el sonido, y, fascinado por los mecanismos de transformación de los materiales y por las posibilidades mutables de la obra de arte, se sirvió de los objetos más diversos, desde mobiliario hasta monitores o comida. Él decía que las obras deberían cambiar, envejecer y morir como los hombres.

La exhibición se abre con un clásico, Economy Bar, pieza que examina las fronteras entre arte y mundo real y que nos presenta un bar en pleno funcionamiento que ha formado parte de numerosas muestras anteriores de Roth, siendo frecuentado tanto por su círculo como por los visitantes como espacio de descanso. Se ha realizado a partir del ensamblaje de objetos cotidianos recuperados para su uso artístico, como es habitual en el alemán. Junto a ella podrá contemplarse la instalación Solo Szenen (1997-1998), compuesta por 131 monitores que proyectan escenas cotidianas rodadas por el artista germano en el último año de su vida en sus estudios de Islandia y Suiza o Flacher Abfall, un proyecto en el artista trabajó a lo largo de veinte años coleccionando y clasificando materiales de diseño, facturas, cartas, envases de alimentos y otros restos de su vida diaria. Los separó en plásticos transparentes y los ordenó cronológicamente y, como Solo Szenen, invitan al espectador a adentrarse en el día a día y en el entorno doméstico de Roth y a reflexionar sobre los desechos efímeros de nuestra existencia.

Por su parte las instalaciones The Floor I (1973-1992) y The Floor II (1977-1998), con ese mismo propósito, reproducen las dos plantas del estudio del artista en la localidad islandesa de Mosfellsbær y Tischmatten (1979-1998) consta de diarios visuales de las notas, dibujos y restos de comida que se acumularon en los estudios de Roth.

Piccadillies, también expuesto en Milán, es uno de los proyectos más originales del alemán: iniciado a principios de los sesenta, consta de postales transformadas a partir de su yuxtaposición, que dio lugar a la formación de vistosas franjas de color.

Bajo la obra de Roth, subyace una reflexión sobre la viabilidad del arte, partiendo del dadaísmo y Duchamp, y sobre las posibilidades estéticas de la degeneración o el deterioro de los materiales. En manos del de Hannover nada queda desechado, todo puede formar parte de un universo estético, si no ilimitado, sí muy amplio y de fronteras aún inalcanzadas.

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