El arquitecto Ricardo Legorreta (1931-2011), falleció el viernes 30 de diciembre en Ciudad de México. Hasta el final de su carrera manifestó su empeño “por hacer casas y edificios que hagan a la gente feliz, más que para que salgan en las revistas”.
Esa preocupación de Legorreta por la organización del “espacio público para la gente” y por “hacer comunidad en la ciudad” fueron los argumentos aludidos por el alcalde del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, para concederle la Medalla y Diploma de la Ciudad de México.
Hablamos del arquitecto mexicano más prestigioso a nivel internacional y el único en su país que ha recogido el prestigioso “Praemium Imperiale”, otorgado por la Asociación de Arte de Japón.
Legorreta fue uno de los pioneros en acondicionar edificios históricos como recintos culturales o sociales y su estilo es internacionalmente reconocido por sus líneas audaces y sus construcciones llenas de color.
