Con este nombre se conoce a una taberna barcelonesa inaugurada en 1897, que ocupaba los bajos de la Casa Martí, construida por Joseph Puig i Cadafalch, y por extensión al grupo de artistas que se reunían en ella.

El nombre del local corresponde a una frase despectiva que, para aludir a un grupo poco numeroso y poco relevante, se dice que está formado por cuatro gatos (Els quatre gats). Su particular atmósfera, inspirada en los cafés parisinos, atrajo a un notable grupo de creadores: Torent, Canals, Bonin, Casas, Espert, Utrillo, Pichot, Rusiñol, Nonell y Mir… por lo que pronto se convierte en el centro artístico más importante de la ciudad. Se convirtió en sede de numerosas exposiciones: Regoyos, Nonell, Ramón Pichot, Xavier Gosé, Evelin Torent, Joseph Dalmay, Carlos Vázquez, Casagemas, Picasso (quien realiza su primera muestra en 1900), etc. Allí tenían lugar importantes tertulias en las que participaban los hermanos Álvarez Quintero, Albéniz, Granados, Zuloaga o Eugenio D´Ors, entre otros. El local da cabida también a pequeñas representaciones teatrales y espectáculos musicales. Se llega incluso a publicar, en 1899, una revista dirigida por Pere Romeu, con el mismo nombre del grupo y la taberna, que ayudó a difundir la estética modernista.