Arte ibérico
Conjunto de manifestaciones artísticas de la cultura ibérica, que se desarrolla entre los siglos VI y I a.C., en la costa mediterránea andaluza, Levante y Cataluña, penetrando en el interior por el Valle del Ebro y la submeseta sur, llegando al Rosellón francés y a las islas Baleares. Combina formas locales indígenas con las procedentes del Mediterráneo oriental.
En sus orígenes, se relaciona con las vivencias religiosas y encuentra en la escultura su mejor forma de expresión, desarrollada a partir de los estímulos que provocan las colonizaciones fenicias y griegas. En su evolución se distinguen tres etapas: el estilo ibérico arcaico (550 – 410 a. C.), el estilo ibérico clásico (410 – 228 a. C.), con un influjo griego más directo y fase de plenitud con obras como la Dama de Elche y la de Baza (ambas del siglo IV a.C.) y la última etapa inmediatamente anterior a la romanización.
La cerámica goza también de cierta importancia y parte de influencias greco-púnicas en la técnica, formas y decoraciones. Como centros alfareros destacan las zonas del sureste, la región valenciana y el valle del Ebro.