Arte griego
El arte griego es el desarrollado en la península griega y en sus posesiones tras la llegada de los dorios, seguidos de los jonios y eolios, en el 1200 a.C., terminando con la civilización aquea de Micenas.
Conciben el arte como mímesis de la naturaleza, mostrando una gran habilidad en el reflejo de las formas visibles por influencia de la filosofía griega. Apuestan por la vista como mejor juez y el arte como psique tardará mucho en aparecer, aproximadamente hasta el s IV a.C.
Esa mímesis debe realizarse de acuerdo con la razón, interrogando a la experiencia. La obra artística debe centrarse en el hombre, por tema (antropocentrismo individual y colectivo) y por filosofía (el hombre es el principio ordenador de todo lo que existe). Con la excepción de la época oscura, el arte griego tuvo como finalidad hacer inteligible el mundo conforme a las leyes y la razón. Para el griego, todo converge hacia la verdad racional, que se manifiesta en la armonía de lo físico y lo moral, del cuerpo y el espíritu, y se manifiesta en la preeminencia de la forma.
La arquitectura griega se desarrolla en estrecha relación con la polis y sus vicisitudes políticas y su evolución se rige por tres grandes búsquedas: el dominio sobre los materiales, la adecuación entre forma y función y la creación de una organización espacial urbana adecuada a sus formas de vida. Todos los edificios deben guardar proporción con la escala humana y buscar la armonía visual.
Los templos se estructuran conforme a tres elementos: planta, columna y entablamento, y según su tipología, genera los órdenes dórico, jónico y corintio.
En la acrópolis, lugar reservado a las construcciones más sobresalientes, tenían cabida santuarios, teatros, odeones, gimnasios, ágoras y stoas.
Las artes figurativas se subordinan a la arquitectura, aunque ésta tiene un protagonismo pictórico propio por la policromía escultórica, el uso de diversos materiales y por estar hecha para ser vista.
El desarrollo del arte griego se clasifica en tres etapas: arcaísmo, clasicismo y helenismo y tiene sus grandes figuras en Mirón, Fidias, Polícleto, Praxíteles, Scopas y Lisipo.