Ibercaja. Patio de la Infanta recorre la trayectoria del artista leridano Leandre Cristòfol
52 obras, entre dibujos y esculturas, que recorren la trayectoria artística y vital del creador catalán Leandre Cristòfol se exhiben, desde el pasado viernes y hasta el 12 de abril, en la sala de exposiciones de Ibercaja en el Patio de la Infanta de Zaragoza.
IBERCAJA. PATIO DE LA INFANTA
C/San Ignacio de Loyola, 16
Zaragoza (España)
Todas ellas han sido cedidas por el Museu d´ Art Jaume Morera de Lérida y el MNAC de Barcelona y su disposición en la muestra no obedece a criterios cronológicos sino emotivos y estéticos, en un intento de acercarnos a la personalidad del autor y a sus aportaciones a la renovación de la escultura contemporánea, a la que quiso dotar de lirismo y atrevimiento. José Luis Lasala, jefe de actividades culturales de Ibercaja, subrayó en la presentación de la exposición lo llamativos que resultan los contactos de la producción de Cristòfol con la propia de los artistas de la vanguardia internacional, pues el leridano trabajó prácticamente recluido en su ciudad en la época de posguerra y su obra es intensamente personal. Su amistad con el zaragozano Manuel Viola, quien también residió en la villa catalana, dio lugar al surgimiento en Lérida de un importante apéndice del movimiento surrealista que entonces se desarrollaba en torno a la figura de Dalí. En una primera sección de la muestra encontraremos algunas de las piezas emblemáticas realizadas por Cristòfol en la década de los 30, como Monument o Nit de lluna. En una segunda parte, se analiza la influencia de la poesía surrealista en las formas biomórficas y orgánicas que caracterizan la escultura del catalán y que remiten también al mundo de lo onírico; y por último, en un tercer ámbito de la exhibición, se estudia el interés de este artista por explotar al máximo las posibilidades expresivas de los materiales que utilizaba (muchas veces de desecho, siguiendo la estela de Julio González o Ángel Ferrant) e imprimir movimiento a sus piezas: lo veremos en la conocida obra Del aire al aire.
Leandre Cristòfol
Volumetría IV, 1960