El Art Institute of Chicago revisa los mejores retratos del s. XX en los que creadores y mascotas comparten protagonismo
Desde el próximo 7 de enero y hasta el 16 de marzo de 2009, el Art Institute of Chicago resalta en una muestra la importancia de las representaciones animales en la historia del arte a través de una serie de pinturas en las que destacados artistas del s.
ART INSTITUTE OF CHICAGO
111 South Michigan Avenue
Chicago
XX se autorretrataron junto a sus mascotas. Desde que en las cavernas prehistóricas se plasmasen las primeras figuras zoomorfas, los animales se configuraron prácticamente como una temática independiente en el campo de la creación, por diversas razones: en la Antigüedad por su valor mítico; en la Edad Media cristiana por convertirse en motivos alegóricos y simbólicos de virtudes morales o religiosas; en el Renacimiento porque su pedigrí o aspecto saludable aludía a la virilidad o al linaje aristocrático de su noble amo y a lo largo de todas las épocas por su labor como fieles acompañantes de sus dueños. Benvenuto Cellini recordaba en su autobiografía a su perro Barucco y muchos testimonios nos hablan de Cornacchia, el pequeño caniche que paseaba por la Roma barroca junto a Caravaggio. En el s. XX, han sido numerosos los artistas que decidieron autorretratarse junto a sus mascotas, y el Art Institute of Chicago los rememora: Frida Kahlo se pintó en 1940 junto a su amigable mono, Picasso lo hizo junto a su perro al considerarle modelo conveniente para algunas de sus obras y Pierre Bonnard mostró a sus perros en varios de sus cuadros, reposando tranquilamente en el suelo. Son sólo algunos ejemplos.
Frida Kahlo
Self-Portrait with Monkey, 1940
Private collection, U.S.A.