Francisco Calvo Serraller
Cirilo Martínez Novillo, es uno de los más insignes supervivientes de la llamada Escuela de Madrid, grupo cuya importancia no sólo se basó en su actitud moral, sino en la recuperación de los entonces enterrados valores formales de la vanguardia histórica, traducidos en composiciones sobrias y arquitectónicas, y atmósferas cromáticas originales.
Centro Cultural de la Villa, Madrid
Del 20 de noviembre de 2001 al 13 de enero de 2002
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Martínez Novillo, de personalidad discreta y al resguardo de lo promocional, interpretó estas cualidades a través de su refinadísima sensibilidad personal, muy dotada para captar de la manera más sutil los efectos de la luz. Conocedor en directo de los grandes modelos de Picasso y Braque y de la Escuela de París, ha sido muy coherente en sus filias artísticas que, dentro del panorama contemporáneo español, lo aproximan a quienes palpitan con las luces del paisaje, sienten con fuerza los temas sencillos y profesan una devoción lírica ante la naturaleza y lo natural de la vida cotidiana. Esta retrospectiva nos revela su evolución constante, resultando emocionante comprobar cómo, a partir de la década de 1970, sus paisajes se hacen cada vez más delicados, atmosféricos, con maravillosas luces desvaídas, que generan gamas de color de gran belleza. Una exposición para gozar ante tantos ejemplos del mejor hacer y sentir pictóricos.
Cirilo Martínez Novillo
Muchacho de Cuenca, c.1941