Martín Ramírez. Marcos de reclusión

El Museo Reina Sofía exhibe 62 obras en papel del artista mexicano

Madrid, 31/03/2010

La muestra tratará de alejarse de los tópicos que identifican a Ramírez como artista esquizofrénico para adentrarse en el análisis de la calidad de su producción y ahondar en las influencias biográficas, culturales e históricas que la determinan. Entre los temas más habituales que trató figuran los animales, los paisajes, las figuras religiosas y los trenes circulando por túneles, todos ellos representados en el MNCARS.

Su obra, no obstante, está estrechamente ligada a su trayectoria vital: Martín Ramírez pasó de ser en los años veinte un acomodado padre de familia en la católica región de los Altos del Jalisco a buscar trabajo en California tras el Crack del 29 y la Gran Depresión. En ese estado norteamericano fue recogido por la policía e internado en un hospital donde se le diagnosticó esquizofrenia. Los siguientes treinta y dos años, Ramírez los pasará aislado y recluido en varias instituciones mentales, donde llegó a realizar cerca de 450 dibujos.

Ensamblando trozos de papel que hallaba casualmente, creó grandes superficies de dibujo de tamaño diverso sobre las que aplicaba pigmentos de fabricación casera. Mediante palillos y punzones, plasmó en ella variaciones de sus temas favoritos.

En 1948, el creador mexicano fue trasladado al Hewitt State Hospital, en el que Tarmo Pasto, profesor de arte y psicología, descubrió sus trabajos y ensalzó su valor artístico. Desde entonces, la obra de Ramírez se convirtió en objeto de estudio por su valor no sólo creativo, sino también científico, y puedo exponerse en diversas exhibiciones públicas.

Sencillez, extraordinario manejo del espacio, riqueza de referentes visuales, formas evocadoras y líneas repetitivas caracterizan los dibujos de Ramírez, a medio camino entre los motivos mexicanos tradicionales y la cultura popular americana.

Martín Ramírez

Sin título (Patio), ca. 1953

Martín Ramírez

Sin título (La familia de venados), ca. 1950