Marina Núñez. Imago (Enrique), 2009
Obras en vídeo y videoinstalaciones de ambos artistas se muestran en el Centro Cultural de España en Buenos Aires
Ambos tienen en común su fascinación por los seres aberrantes, monstruosos y diferentes y por los cuerpos anómalos que rompen cánones y que poseen una identidad metamórfica e híbrida y el Centro Cultural de España en Buenos Aires los ha unido y presenta, desde el pasado 6 de septiembre y bajo el comisariado de Isabel Tejeda,”Teratologías”, muestra que revisa la constante presencia en la obra de la palentina Marina Núñez y el salmantino Enrique Marty de esa iconografía que nos invita a reflexionar sobre la existencia o no de fronteras entre realidades y pesadillas.
Si Núñez ha recordado la frecuente representación histórica de lo femenino a través de metáforas de lo siniestro, repulsivo o inquietante (mujeres locas, enfermas, histéricas, ciborgs o incluso muertas) y se ha recreado en la reformulación científica del cuerpo humano mediante prótesis de distinto carácter, Enrique Marty, que confiesa tener como objetivo al trabajar dar una bofetada al espectador, ha convertido a su familia en seres grotescos que asustan o hacen reír y que remiten al sentido trágico de la vida presente en muchas obras barrocas.
Marina Núñez. Multiplicidad 1, 2006
Se define teratología como la ciencia de lo monstruoso, de lo anormal, y podemos decir que la querencia artística por la representación de los seres aberrantes que podríamos adscribir a la misma se hizo especialmente presente en el arte en la Edad Media y en el Manierismo, y el siglo XX, de la mano de la ciencia ficción, la literatura, el cine, los problemas medioambientales o los avances científicos, se hundió en aquella corriente que cuestionó cuán porosa es la barrera entre lo estéticamente admisible y lo aberrante.
Enrique Marty. Birth of tragedy II, 2009
La exhibición abierta en Buenos Aires nos invita a disfrutar de un encuentro entre vídeos de Marty y Núñez con iconografías análogas que llevan al diálogo lo único y lo múltiple, lo horrible y lo bello, y proclaman que la otredad no es algo ajeno, sino que forma parte de la esencia del ser humano.