Marcel Duchamp

Su comisario, Harald Szeemann, quiso poner de relieve el parentesco entre los “ready-made” del artista francés y las “máquinas” del artista suizo. Punto de partida es el encuentro crucial entre los dos creadores en 1959, cuando Duchamp se había trasformado ya en la figura-culto de la nueva generación “pop” y Tinguely estaba todavía en sus comienzos. La exposición de Basilea muestra obras importantes de Duchamp mezcladas con algunas de Tinguely, en un recorrido que muchos críticos calificaron de “dadaísta”, pues implica al espectador en el esfuerzo de descubrir los lazos entre los objetos expuestos y de interpretar subjetivamente lo que Duchamp dejó a la posteridad a través de la cosecha de Tinguely.

Marcel Duchamp, Rotoreliefs (optical discs), 1935

Marcel Duchamp, Rrose Sélavy, 1921