La Collezione Peggy Guggenheim revisa las contribuciones al arte de posguerra del artista romano
“Capogrossi. Una retrospettiva”
COLLEZIONE PEGGY GUGGENHEIM
Palazzo Venier dei Leoni 701
Dorsoduro 30123
Venecia
Del 29 de septiembre de 2012 al 10 de febrero de 2013
Todos los días, de 10:00 a 18:00 horas
Martes cerrado
Con la colaboración de la Fondazione Archivio Capogrossi y del Ministerio de Cultura italiano, la Collezione Peggy Guggenheim de Venecia abre mañana al público una esperada retrospectiva dedicada a Giuseppe Capogrossi. Comisariada por Luca Massimo Barbero, se compone de setenta pinturas y dibujos representativos de las distintas fases de su trayectoria y cedidas, entre otros centros, por la Galleria Nazionale d’Arte Moderna de Roma, el Centre Georges Pompidou, el Museo d ‘Arte Moderna e Contemporanea (MART) de Rovereto y Trento, la Galleria d’Arte Moderna de Turín y el Museo Guggenheim de Nueva York.
La muestra explora las contribuciones de Capogrossi al arte del pasado siglo y la importancia de su figura en el marco del auge artístico italiano en las décadas de los cincuenta y los sesenta, un periodo de rápida expansión económica en aquel país.
Graduado en derecho, Capogrossi se formó junto a Felice Cardena y en 1927 se trasladó a París. Tres años después mostró sus trabajos en la Bienal de Venecia y en 1933 firmó con Melli y Cavalli el “Manifiesto del Primordialismo Plastico”. En aquella etapa crea el Gruppo Romano, al que se unen Corrado Cagli, Emmanuele Cavali, Mafai y Luigi Pirandello. Posteriormente participaría en la Documenta de Kassel y en las bienales de Tokio y Sao Paulo.
En aquel período, la pintura de Capogrossi era estrictamente figurativa (paisajes, bodegones, desnudos). El Gruppo Romano buscaba expresar nuevos aspectos de la realidad con una mayor libertad formal, de ahí la viveza de la gama cromática de estos artistas. Acosado por el fascismo en el poder, Capogrossi vio interrumpida su carrera por la guerra y sólo pudo reanudarla tras 1945.
Cambió radicalmente su estilo hacia 1950, orientándose hacia la abstracción, y fundó el grupo Orígen con Mario Balloco, Ettore Colla y Alberto Burri, con quienes también firmó el manifiesto que rechaza la figuración en tres dimensiones, consagra el uso del color por su sola función expresiva y pone de relieve la utilización de imágenes o de signos primitivos en las futuras obras. Desde entonces, Capogrossi construye sus lienzos en torno a un signo único repitido indefinidamente que él llama “morfema”. El tema se vuelve único, se repite en todas sus composiciones y ritmos en múltiples combinaciones, volviéndose un modo de escritura visual personal.
La exposición se acompaña de una monografía compuesta por once ensayos que diseccionan su trayectoria.