No es frecuente ver trabajos de Manuel Sáez en Castellón, su ciudad natal; la última vez que los presentó allí fue en 2003, en la Universidad Jaume I, ocasión en la que mostró un mosaico de dibujos y acuarelas. Y su exhibición más reciente llegó la pasada primavera al Jardín Botánico de Valencia, donde presentó “Por las ramas”: una veintena de dibujos coloristas dedicados a elementos propios de cualquier jardín con retículas ortogonales de fondo. Forman parte de un conjunto pero tienen también entidad individual, y así podemos entender también el conjunto de trabajos que hasta enero exhibe el Espai d´ Art Contemporani de Castellón.
Aquí podemos ver la serie Reencarnaciones, en la que Sáez trabaja desde 2012, dedicada al paisaje psicológico y el documento social, y proyectos recientes que ha preparado específicamente para esta exhibición durante este año y el pasado: Pentagrama, Ni contigo ni con él, Tramoya, Anatomía de la influencia o Rear Window. También trabajos individuales, entre ellas un homenaje al libro La noche de las cien cabezas de Sender y otras concebidas igualmente como tributos, pero a personas más conocidas para el artista, todos recientes.
Unas y otras obras se caracterizan por la depuración, la vivacidad de los colores y la representación minuciosa de objetos: el artista parte de los géneros pictóricos tradicionales (bodegones, paisajes, retratos) y del dibujo como forma de creación sutil y libre para desarrollar su propio lenguaje sensual, influido además por el cómic y los medios de comunicación.
En los ochenta, Sáez trabajó en Madrid y Barcelona experimentando con las posibles vertientes lúdicas de la pintura y con el lenguaje telegráfico, la representación y la ilusión. Podemos entender esa producción como juegos de lenguaje. Tras una beca en Roma, ya en los noventa, se tomó a sí mismo como eje de una teoría del juego propia presentándose en autorretratos intencionadamente irónicos y lejanos a cualquier tono serio. Y después volvió al objeto, aunque dotándolo de cierto contenido biográfico. Vida y material.
Desde la segunda mitad de los noventa hasta ahora, se ha dedicado a representar objetos cotidianos como los que vimos en el Jardín Botánico y ahora en el EACC, acercándose a ellos casi con una visión tropical. Los sitúa en campos de color saturados y a veces los presenta en parejas. Remiten a los bodegones y están inspirados en fotografías que el mismo artista toma de personas, paisajes y objetos, pero no podemos considerarlos naturalezas muertas, sino reflexiones sobre la fotografía con la pintura como medio.
Suele pintar capa sobre capa de color en pinceladas diluidas a la hora de conformar representaciones que, por la sensualidad de la que hablábamos y algún eco fetichista, rozan lo erótico.
A los interesados en saber más de Sáez puede resultarles útil el catálogo de la exposición del EACC: Pablo Llorca, María Sáez y Rosa Ulpiano reflexionan sobre su producción desde diversas perspectivas.
Manuel Sáez. “Ideología en reposo”
ESPAI D´ ART CONTEMPORANI DE CASTELLÓ. EACC
c/ Prim, s/n
Castellón de la Plana
Del 6 de octubre de 2017 al 14 de enero de 2018
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